Me sentía extremadamente mal, estaba muy ebrio, y cayendo totalmente en la nada, subí las escaleras hacia mi apartamento, el mismo camino de siempre, la misma nada, al querer abrir la puerta noté que no traía las llaves en mis bolsillos, me sentía tan agotado y tan ebrio que me iba a quedar dormido en el pasillo, pero de pronto, al mirar al suelo note que las llaves estaban ya metidas en la cerradura, habré sido yo? O las dejé pegadas antes de salir? Sentí como la conciencia volvía hacia mi, y entré de golpe hacia el apartamento con el miedo de haberlas olvidado al salir y que me pudieran haber robado todo el apartamento, pero para mí buena suerte parecía estar todo en su sitio, era dificil ver por dentro ya que todo estaba muy oscuro, desgraciadamente no había luz y hacia mucho frio, entre y camine como pude hacia mi cama, estando ahí me quite los zapatos y me senté a contemplar la oscuridad, la cabeza me daba vueltas, una vueltas rápidas y dolorosas, increíblemente no tenía náuseas, en la habitación había mucho silencio, un silencio como el que me había acompañado toda mi vida, por un momento este se transformó en una deleitable compañía así que me sentía totalmente relajado pues por fin lo que me habia atormentado toda mi vida; el silencio, me traía paz, en mi vida el silencio siempre había sido muy común, las personas no saben escuchar, ni mucho menos hablar, por eso es que solo he escuchado silencio durante toda mi existencia, pues aunque la gente hable, no dice lo que quiere decir en realidad, no he sido capaz de escuchar la verdad por lo tanto mi realidad es solo silencio, el tiempo pasaba muy lento y al mirar el reloj que estaba a un lado del refrigerador noté que apenas habían pasado 15 minutos, me reí pues la sensación del tiempo cambio en poco tiempo, hace una hora en el bar todo se iba tan rápido, parecía que el tiempo era agua derramada y ahora todo era tan lento como un caracol, aquí sentado ante la oscuridad era la oportunidad perfecta de ponerme a pensar, a reflexionar sobre la vida; mi vida, la existencia y el sentido de vida, la soledad nos ofrece el entorno perfecto para desnudarnos ante nosotros mismos, nadie te observa, lo que dice no repercute a la imagen que tienen los demás de ti, y puedes ser sincero, desnudar los pensamientos es un acto que requiere valor porque la mente es como una caja de cuerdas, una vez que se le da cuerda no hay vuelta atrás, el cerebro sabe que es el momento de sacar todo aquello que enterramos por miedo a saber cómo pensamos en realidad o que ya conocemos el tipo de pensamientos que tenemos en realidad y tenemos que ocultarlos ante los demás para ser socialmente aceptados, es un sacrificio que nos resulta beneficioso pues el humano por naturaleza es un ser social, y el temor a ser rechazado por los demás es algo doloroso para muchas personas.
Una vez que liberé los demonios de mi pensar comenzaron a llegar las preguntas que me han rodeado siempre ¿Realmente esta es nuestra única vida? ¿Si es la única es de verdad o hay algo más allá que no vemos? ¿Si esta es nuestra única vida, vale realmente la pena vivirla? La existencia para mí me resulta tan incierta, tan débil, tan fugaz pues en cualquier momento nuestra vida puede estar en peligro de desaparecer ya sea por algo mal dentro de nuestro cuerpo, un error de los demás o uno nuestro, todo es tan aleatorio y eso me asusta demasiado porque no tengo el control de lo que me pueda pasar o tan siquiera saber cuándo va a pasar. Me asusta también pensar en lo que hay después de la vida; la nada, tan fría y tan eterna, por eso admiro mucho a las personas que aceptan la muerte con tanta valentía, tenía el concepto de que la existencia es el dolor y la nada la paz, que es mejor estar muerto que vivo, no lo sé, simplemente es que me aterra a veces lo espontánea que es la vida y como esta es tan frágil, tan delgada, quisiera no pensar en ello, y solamente enredarme en la cotidianidad pero a veces no puedo, me desconecto, entro en pánico y me asusta todo lo que me rodea, me resulta tan desconocido y tan extraño todo, que incluso dudo si esto es real, cada palabra, cada objeto y cada persona me resultan tan fuera de lugar, pensar en todo eso me había revuelto la cabeza más de lo que ya estaba, así que decidí irme a dormir, mi cabeza ya no daba para más y mi cuerpo mucho menos,
Durante la madrugada y me desperté brevemente tuve la sensación de haber soñado algo, siempre he soñado con cosas muy extrañas, a veces cosas sin sentido y otras veces sueños profundos y de reflexión, una vez tuve un sueño que me dejó marcado, fue un sueño en donde yo...