Solo una venganza (YM)

La Noticia

La escena estaba lista, la confrontación entre Jimin y su esposa se desenvolvía en el restaurante tranquilo. Jimin se preparaba para lanzar su último golpe de venganza, pero antes de que pudiera articular sus palabras, la esposa de Jimin rompió el silencio con una revelación inesperada.

"Jimin, antes de que sigamos, hay algo que necesitas saber", comenzó ella, su voz temblando con nerviosismo.

Jimin frunció el ceño, sorprendido por el giro repentino de los acontecimientos. "¿Qué es? No creo que haya nada que puedas decir para cambiar lo que descubrí".

Ella tomó una respiración profunda antes de continuar. "Estoy embarazada, Jimin. Estaba esperando el momento adecuado para decírtelo, pero parece que todo se ha complicado".

La revelación golpeó a Jimin como un balde de agua fría. Sus ojos se abrieron de par en par, y la venganza que había planeado se desvaneció por completo. El restaurante, que antes estaba lleno de tensiones y secretos, quedó en un silencio sepulcral.

La esposa de Jimin miró fijamente a los ojos de él, esperando una reacción. "Esto cambia las cosas, Jimin. No puedo lidiar con esto sola. Necesitamos hablar seriamente sobre nuestro futuro y el futuro de nuestro hijo".

Jimin, aturdido por la revelación, se sentó en silencio, su mente dando vueltas. La venganza que había planeado con tanto cuidado se disipó ante la realidad de la situación. Ahora se enfrentaba a una nueva realidad, una que complicaba aún más su vida.

La esposa de Jimin, con lágrimas en los ojos, esperó una respuesta. La verdad que él planeaba revelar ahora quedaba en un segundo plano, eclipsada por la noticia del embarazo. Jimin, por primera vez, se vio obligado a confrontar las consecuencias inesperadas de sus acciones y decisiones. La venganza se desvaneció, reemplazada por un futuro incierto lleno de complicaciones y responsabilidades.

Jimin, aunque sorprendido por la noticia del embarazo de su esposa, se esforzó por mantener la compostura. La revelación de la paternidad activó un rincón de su corazón que había permanecido oculto durante mucho tiempo: el anhelo de formar una familia, algo que él mismo nunca había experimentado en su infancia.

Con una sonrisa forzada, Jimin miró a su esposa y asintió. "Esto es... inesperado, pero creo que podemos hacerlo. Estoy dispuesto a comprometerme y a ser parte de la vida de nuestro hijo".

Ella, aliviada por la respuesta de Jimin, sonrió agradecida. "Jimin, estoy contenta de que lo tomes de esta manera. A pesar de todo, creo que podemos hacerlo funcionar. Necesitamos empezar de nuevo, dejar atrás el pasado y concentrarnos en construir una familia".

Internamente, Jimin luchaba con las emociones conflictivas. Aunque siempre había deseado una familia propia, el contexto en el que se daba esta situación era completamente distinto al que había imaginado. La mentira y la venganza se entrelazaban con la felicidad aparente que debía mostrar.

En los meses que siguieron, Jimin continuó desempeñando el papel de futuro padre y esposo dedicado. Acompañaba a su esposa a las consultas médicas, participaba en la planificación del cuarto del bebé y expresaba entusiasmo por la llegada del nuevo miembro de la familia.

A pesar de sus esfuerzos por mantener la fachada, el peso de la verdad seguía descansando sobre sus hombros. La dualidad de sus emociones lo consumía en silencio, pero ante los demás, Jimin se esforzaba por ser la imagen de la felicidad y el compromiso.

El deseo de Jimin de tener una familia real chocaba con la artificialidad de la situación. Aunque él había buscado venganza, ahora se encontraba envuelto en un giro inesperado que le recordaba la falta de estructura familiar en su propia infancia. La paradoja de su vida se hacía cada vez más evidente, pero por el bien del futuro hijo y la familia que se estaba formando, Jimin continuó su fachada, esperando que, con el tiempo, las emociones encontraran su lugar y la verdad quedara sepultada bajo las capas de la vida familiar aparentemente perfecta.