ᴘᴀʀᴛᴇ sᴇɪs

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La música del bar estaba siendo bastante tranquila y cómoda, con sonidos de charlas a su alrededor, gente bebiendo tranquilamente y un ambiente suave.

Robin estaba bebiendo whisky, algo que no sucedía mucho pero necesitaba algo de eso para lo que sería la noche. Miraba su vaso y pensaba en nada en particular, sólo estaba ahí sentada y disfrutando el lugar.

Su pequeño momento de paz es interrumpido por la entrada de cierta mujer tan hermosa que sintió que se le caía la saliva al verla. Un vestido rojo que abrazaba su cuerpo como una segunda piel, tacones que hacían ver sus piernas más largas y su cabello largo suelto cayendo en sus hombros. Robin tragó saliva.

Era tan sexy que no pensó en nada más.

La mujer se sentó a su lado, dejando su pequeño bolso en la barra y esperando para pedir su bebida. Robin sonrió levemente y se acercó a ella.

- Buenas noches.- dijo para llamar su atención, la mujer volteó y la miró.- ¿Gusta de un trago?

- Oh, qué amable es.- murmuró ella. - Por supuesto, ¿cómo negarme?

El chico del bar se acercó a ellas, tomando la orden de la mujer y preparando la bebida. Robin no dejaba de ver a su acompañante.

- Me llamo Robin, Nico Robin.- se presentó al ver al chico alejarse.

- Nami.- sonrió dejando ver sus dientes, la mayor se quedó embobada con ellos por un momento.

- Es realmente una mujer hermosa, ¿se lo han dicho hoy? Yo espero que sí.

- Mi novia me lo dice siempre.- contó.- Está enloquecida conmigo.

- ¿Cómo no estarlo? - un sorbo de su whisky.- Es una mujer con suerte.

- ¿Y usted? - se atrevió a mirarla y dirigir su cuerpo a ella. - ¿Tiene pareja?

- Sí, de hecho. Es un sueño hecho realidad.- una inclinación de cabeza y se mordió el labio levemente.- Ella es demasiado preciosa.

- Por ellas entonces.- levantó su vaso y chocaron ambos cristales. Nami no dejaba de mirar atentamente los movimientos de Robin.- Es increíble que no estén aquí.

- ¿Por qué lo dice?

Nami imitó la acción de moderse el labio y se inclinó incluso más a Robin, usando su mano para acariciar la suya por encima de la barra. Se acercó a su oído.

- Porque nada podrá evitar que nosotras pasemos un buen rato.

Robin suspiró bajo, sintiendo el aliento caliente de Nami en su cuello. Quien se alejó y le dio un trago a su bebida. Robin en definitiva estaba enloqueciendo por la belleza de tal mujer.

- Me encanta este juego, pero de verdad quiero que me acompañes a la habitación.

Nami la miró.

- ¿Quieres ir ya?

Nami se acercó a ella, usando su mano para acariciar la cintura contraria y su boca para besar detrás de su oreja.

- Ya.

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𝗱𝗶𝗿𝘁𝘆 𝘁𝗮𝗹𝗸 • 𝗿𝗼𝗻𝗮 𝗴!𝗽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora