Era 2006, el álbum Raro ya había sido publicado. Los integrantes de la banda se encontraban en el estudio.
El vocalista, Roberto, tenía ansías de comenzar algo nuevo pronto.Me pregunto cómo será la próxima portada... -. Decía pensativo el de rizos mirando a sus compañeros.
Acabamos de publicar éste. ¿Sabés lo que es esperar? -. Respondió algo molesto el de lentes, Ricardo Musso, hermano de Roberto.
Sí, pero tener ideas anticipadas es mejor que crearlas a último momento. -. Realmente el vocalista no era el mejor para decir esto, ya que la mayoría de veces entregaba las cosas tarde.
Roberto no se llevaba bien con su hermano, solía excluirlo y mantenerlo alejado de los demás. De vez en cuando lo miraba de manera juzgativa y otras simplemente prefería ni mirarlo.
Bueno, ¿tenés alguna idea? Al menos para tener algo en mente. -. Antes de que se formará una discusión entre los Musso, Alvin intervino.
Eh, bueno, no. -. Un silenció se formo por unos pequeños segundos -. Pero... mañana les traeré una. ¡SE SORPRENDERÁN!
Eso es lo que menos creo. -. Susurró el de pelo oscuro viendo a su hermano de mala gana.
El único que escucho esto fue Alvin, que volteó su mirada hacía él, Ricardo al contrario decidió no volver su vista a ese chico.
Eso espero, no nos decepciones. -. Dijo de forma humorística el bajista de la banda mirando a su mejor amigo con una leve sonrisa en su rostro.
Nunca lo hago. -. Formuló con orgullo el de pelo castaño.
Después de platicar por un rato decidieron volver a sus casas. En el camino los hermanos discutían como siempre.
Siempre lo mismo con vos, buscas cualquier mierda para echarme la culpa. -. Sentía un poco de miedo por lo que podría pasar al decir esto.
Usualmente estás peleas solían terminar con un golpe de Roberto hacía Ricardo, que le dolían por un par de días, absolutamente nadie sabía de esto. Siempre fue su secreto.
¿Vos querés que te deje malherido? No me provoques, es más, si lo hago nadie sabría que fui yo. -. Dijo con un tono amenazante mientras tomaba al de lentes por su camisa dejándolo frente a frente.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del Musso menor, sin más que hacer, negó sutilmente con la cabeza.
Después de escuchar miles de insultos por parte de Roberto, al fin había llegado a su habitación, su lugar seguro.
Vida ingrata, ojalá todo esto termine pronto. -. Sus pensamientos estaban indundando su mente, todo era aceptado en ese momento, pero algo resaltó. -. ¿Y si me voy de la banda?
Ya lo había hecho antes, no se arrepentía de eso, había sido lo mejor. Aunque esta vez sería permanente, por ahora tenía en mente quedarse hasta el próximo álbum, luego sería un adiós sin más.
Ya era de mañana, para sorpresa de Ricardo, no había recibido el grito que escuchaba cada mañana, ese que le provocaba temor. Supuso que sería un buen día, lo cual hizo que estuviera un poco mejor. Pero esa felicidad no duró mucho, unos pasos rápidos que parecían ser de su hermano abrieron la puerta bruscamente.
¿RECIÉN TE DESPERTAS? ¡YA TENDRÍAS QUE ESTAR LISTO! Sos un estúpido, por eso SIEMPRE ESTÁS SOLO. -. Las palabras que salían de su boca eran clavadas como una estaca en el pecho del Musso menor.
Cuando el vocalista termino con lo verbal recurrió a lo físico, dejando un golpe en la cara de Ricardo, este había quedado un poco mareado. Era la primera vez que fue en ese sitio, solían ser en su estómago, rápidamente un moretón se formó en su rostro. Las preguntas llegarían tarde o temprano, por lo tanto una mentira tendría que pensar.
Al llegar al estudio solo se encontraban ellos dos, el silenció consumía la habitación, pero un minuto después escucharon como la puerta se abría y dejaba ver a Tavella con Álvaro detrás.
Buenos días. Se nota que hoy llegaron tempran-... ¿qué te paso en la cara? Estás hecho mierda... -. Dijo preocupado Santiago acercándose a Ricardo.
Roberto se levantó, detuvo al bajista en ese momento con una sonrisa en su rostro.
No es nada, mientras ibamos se tropezó. Y bueno, cayo de cara, tú sabés que es muy torpe. -. Al terminar la frase dirigió una mirada molesta hacía su hermano.
Alvin aprovechó el momento para poder hablarle al que ahora yacía temeroso.
¿Y eso? ¿De verdad te caíste? ¿Te encuentras bien? -. Miraba confundido y con miles de dudas.
El de lentes suspiró, sabía que debía seguir con el juego si no quería algo peor.
Sí, solo me caí. -. Afirmó la mentira.
Me preocupas. -. Su mano se dirigió a la mejilla donde se encontraba el moretón, con mucho cuidado, la posó en ese lugar.
Un pequeño estremecimiento de dolor vino por parte del contrario.
Perdón, no pensé que te dolía tanto. -. Su mano seguía sin quitarse de esa cara desganada que lo miraba con nervios.
Su bobera fue interrumpida por Tavella quien los miraba desde lejos con Roberto.
¿Van a seguir así? Les recuerdo que estamos en el estudio y nuestro amigo necesita mostrarnos las ideas para la próxima portada. -. Explicaba el bajista.
Sí, bueno. Tenés razón. -. El batero se alejó de Ricardo con una sonrisa en su rostro.
El antes mencionado estaba algo confundido por lo que había pasado, pero rápidamente asintió con su cabeza.
Después de ver todas las ideas, las cuales ninguna los convenció, prefirieron dejarlo así. Además les sobraba el tiempo.
Bueno, quizás mañana llegué la opción indicada. -. Intento animar la situación el batero.
Ajá, tal vez. -. Respondió secamente Riki.
Otra vez esa mirada dulce volvió hacía él. Se sentía tan raro cuando pasaba, ni siquiera sabía el por qué.
Fin del capítulo 1.