Raro.

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Cuando llegaron al bar se sentaron en una de las mesas que se hallaba cerca de una ventana con una vista algo atractiva, no era de las mejores, pero tampoco de las peores. La mirada algo indecisa de Alvin iba de un lado a otro, realmente no quería beber, era una de las cosas que más detestaba hacer. Aunque saber que se encontraba acompañado por su mejor amigo, Ricardo, lo reconfortaba un poco. Con algo de nervios dirigió la mirada a su acompañante, que se encontraba algo pensativo, llevaba ya unos minutos así. Era raro.

Cuestionaba mucho las actitudes que llevaba el de lentes estos últimos días, ya que se le notaba cansado, estresado, triste y más que nada pensativo. Nunca lo había visto de esa manera y mucho menos qué sucedía en su vida diaria, era consciente de las peleas que tenía con Roberto más no de otras cosas que pudieran pasar en su hogar. 

Ricardo. -. Cortó el hielo que había entre ambos.

El de lentes salió rápidamente de su trance al escuchar el llamado de su acompañante algo nervioso.

Eh. ¿Qué pasa? -. Preguntó algo perdido el pelinegro.

Te noto algo... cómo decirlo... pensativo. ¿Te sucede algo? -. Interrogó

Ah. No, no me paso nada, solo... me distraje con algo. -. Mintió.

La respuesta que obtuvo no convenció completamente al batero que ahora se encontraba algo preocupado por su amigo.

Bueno, será mejor que empecemos a tomar, no vinimos aquí a gastar nuestro dinero para nada. -. Intento despejar la tensión que había entre ambos.

No pienso tomar demasiado, quizás solo esto y no pido más. No quiero quedar ebrio. -. Entono en forma de chiste.

Je, siempre igual vos, nunca cambias. -. Dijo de forma coqueta.

Ambos se rieron y esa aura pesada que antes dominaba en ese lugar desapareció. Cada que podían se miraban dulcemente que, a la vez, era acompañada de una grata sonrisa. Los minutos pasaban y las copas también, Ricardo había bebido lo suficiente para casi caer borracho, se encontraba algo bobo y de vez en cuando decía payasadas o palabras al azar.

Sería mejor irnos, ya es algo tarde y vos no estás bien. -. Comentó algo angustiado el batero.

S..si qu...e est oy bien. -. Aseguró el pelinegro con dificultad.

Por estar embobado cómo un estúpido viendo el rostro de su amigo el tiempo se le pasó muy rápido y ya era demasiado tarde para llevarlo a su casa, además de que tampoco era un barrio seguro, al menos no desde que cambió.

Decidió que era hora de irse así que pidió la cuenta, después de un rato se la trajeron y sí, no fue para nada barato, pero por suerte si pudo pagarla tranquilamente. Al salir con su compañero sostenido de su brazo las bobadas no tardaron en llegar.

Jej... ten..es una ca ra re bo...ba. ¿Sab..bias? -. Preguntaba de forma tonta mientras toqueteaba el rostro de Alvin.

Déjate de joder. -. Respondió algo irritado por los toques.

¿Po..r q..qué ta n mol...esto Alv..ar ito? -. Consultó con un rostro pícaro mientras seguía con los toques en su rostro.

No es nada, quítame la mano de la cara que me molesta. -. Ya estaba algo cansado de sus interacciones.

jejeJAJA -. Reía de forma boba.

Alvin solo soltó una sonrisa embobada, la risa del que ahora estaba casi inconsciente era demasiado contagiosa que, sin darse cuenta, comenzó a carcajear. Esto ocasiono que dejara sus pensamientos entrantes por un lado.

Luego de que estuvieran caminando por un rato largo lograron llegar a la residencia, pero como Alvin se encontraba algo cansado ya no resistía cargar a Riki que se encontraba bastante torpe y payaso. Le sorprendía un poco eso ya que la mayoría de las veces él era bastante seco y distante, hasta llegaba a parecer que no le agradaba en absoluto.

Cuando se encontraban en la habitación, el batero, se hallaba bastante nervioso por saber con quién dormiría. Nunca pensó que algo así podría pasar, mucho menos con Ricardo, aunque debía admitir que le gustaba la idea de acostarse con él en la misma cama. Pero unas manos frías que se entrelazaban en su cintura hicieron que se despertara de sus pensamientos.

Ricardo. ¿Q..qué haces? -. Preguntó algo exaltado.

No obtuvo ninguna respuesta por parte del contrario que comenzó a toquetear, Alvin no sabía cómo reaccionar ante eso, solo se quedó quieto mientras las manos de su amigo se deslizaban por todo su cuerpo. Nunca había visto este lado de su acompañante.

... -. Simplemente no tenía palabras para poder expresarse en ese momento.

Después de unos pocos segundos el manoseo se detuvo sin razón aparente, pero al ver el rostro del Musso noto que ya estaba dormido, al verlo de esa manera sintió algo de ternura, pero intento sacarse todo eso de la cabeza e irse a dormir sin más. Mientras se encontraba de lado pensando en todo lo que pasaba volvió a sentir los brazos de su amigo pero, esta vez, lo sometieron a un cálido abrazo. 

Ya lo terminé. :3

 :3

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𝗖𝗁𝗂𝖼𝗈 𝗖𝗈𝗋𝗋𝖾𝖼𝗍𝗈. // 𝗔𝗅𝗏𝗂𝗄𝗂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora