capitulo 1

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— Alonso, no has pensado en asentar cabeza, ya sabes al menos tener un hijo. 

—Sinceramente, aún no me veo en la necesidad, aún no me veo cuidando niños.

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La relación de Fernando y Lance está construida a base de la confianza, ambos se aman y confiaban el uno en el otro. Aun cuando lance era un poco raro, en algunas ocasiones Alonso confiaba ciegamente en él y viceversa. 

Todo iba de maravilla hasta que hace unos meses lance empezó a comportarse más raro. Se estaba apartando de cierta manera de Alonso, que solía hacer llamadas a altas horas de la noche, y lo que colmó el vaso fue la vez en que Fernando pudo sentir el aroma de otro alfa y otros leves aromas en él.

Lance lo estaba engañando, aunque le doliera y lo pusiera celoso, no era capaz de enfrentarlo. Cada vez que veía la sonrisa de su Maple, los malos pensamientos se iban y pensaba seriamente que su niño no podría hacerle algo así.

—¿Estás seguro de que él te engaña? —La voz de Carlos a su lado lo hizo salir de sus pensamientos, había vuelto a divagar sobre el tema.

—Se ha estado comportando extraño últimamente, en el GP de México incluso desapareció por algunas horas y cuando volvió, solo ignoró el tema.

—Tal vez solo te está organizando una sorpresa —Checo quizo defender al Omega. 

—Y para eso debía tener el aroma de otro alfa impregnado en su ropa. 

—Tal vez se encontró a un fan, sabes que algunos hacen eso por la emoción.

—Sergio tiene razón, Alonso, ese chico te adora.

Fernando solo hace una mueca, para posteriormente servirse un poco de mezcal y beberlo de un solo golpe. Aquella bebida le recordaba al aroma impregnado en las camisas que lance trataba de ocultar. Su celular sonó indicando la llegada de un mensaje, precisamente era el dueño de sus penas.

En la barra de notificación de la pantalla principal de su teléfono se encontraba la notificación de “mi maplecito” un poco cursi. Pudiendo leer el "tenemos que hablar".

Las palabras más temidas para cualquier persona y sin darse cuenta sus amigos —para nada chismosos — se habían estirado para poder observar el mensaje.

—Uy, ya te quedaste sin novio —la voz de Carlos solo hizo que Alonso apagara el celular, dándole una mirada entre enojo y tristeza. 

—Carlos, no exageres —reprende  Checo —. Solo quiere hablar, no te tienes que preocupar, Fernando.

Alonso solo asintió, deseando que fuera verdad lo que dijo Checo.

—Iré a buscarlo —se levanta de su asiento —. No aguanta más estar así, hablamos luego.

Alonso salió del pequeño bar, dejando a ambos hablantes hispanos solos. Apenas cruzó la puerta, Carlos dejó de sonreír, mirando a checo.

—A ver cabrón, tú sabes algo —checo rio nervioso al ver cómo su amigo usaba una de las palabras que él le enseñó.

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Lance estaba que se comía las uñas, sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, incluso su propio padre la había regañado por ocultarle algo tan importante a Alonso.

Pero ¿cómo podría explicarle a su alfa, el cual "aún no se veía teniendo cachorros" algo como su secreto?
¿Lo dejaría? Lo más probable.

Tomo su teléfono observando los chulitos azules. Alonso no tardaría en llegar y, como si fuera adivino, la puerta de la habitación fue tocada recibiendo un 'pase' de su parte.

lance's secret Donde viven las historias. Descúbrelo ahora