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𝙼𝚊𝚡 𝚅𝚎𝚛𝚜𝚝𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗 & 𝙲𝚑𝚎𝚌𝚘 𝙿𝚎𝚛𝚎𝚣

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El neerlandés daba vueltas por la cama envuelto en una cobija como burrito, está inquieto ya no soportaba la fiebre y dolor de cuerpo que tenía, y además necesitaba amor y su novio no llegaba

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El neerlandés daba vueltas por la cama envuelto en una cobija como burrito, está inquieto ya no soportaba la fiebre y dolor de cuerpo que tenía, y además necesitaba amor y su novio no llegaba.

—¡Amor, ya llegué! — aviso el mexicano desde la sala.

Max cuando escucho la voz de su novio se sentó sobre la cama para levantarse y ir a buscar a su novio, pero solo a segundos de sentarse se arrepintió pues al instante sintió muchas puntadas de dolor en todo el cuerpo y tras sentir eso se dejó caer de golpe para atrás volviendo a quedar acostado en la cama.

Unas risas se escucharon en la puerta de la habitación después de eso, Sergio estaba parado en la puerta riéndose del neerlandés, y el rubio al percatarse de eso medio levantó la cabeza para mirarlo mal.

— No me mires así, tu mismo te metiste en esa situación. — le dijo entre risas el mexicano, y inmediatamente las mejillas del menor se tiñeron de rojo, le daba vergüenza recordar la razón por la que se había enfermado.

— Cállate. — dice tratando de fingir enojó y disimular su vergüenza.

— Mejor cálmate y bebe esto. — entre risas siguió hablando el más bajito y extendió un vaso con agua y una pastilla al rubio.

— Gracias. — agradeció tomando ambas cosas que le dio el otro, y al tragar la pastilla frunció su cara, esa cosa sabía asqueroso.

Checo solo río al ver la reacción de disgusto de su novio, de alguna forma le recordó a un momento algo vergonzoso del menor.

— Se lo que estás pensando, ¡Deja de pensar eso! — casi que grito el rubio.

Checo ante esas palabras cerro la boca tratando de ya no reír y levantó ambas manos en son de paz, pero de nada sirvió pues una risita y al escuchar eso Max casi se tira sobre el para golpearlo.

— Calma, calma leoncito. — dijo aún entre risas y se alejó del otro para que así no lo pudiera golpear.

—¡Fuera! — exclamado enojado apuntando hacia la puerta con una de sus manos.

— Está bien, pero dame el vaso para llevarlo a la cocina. — y el otro aún con mala cara le dió el vaso, aunque hubiera querido tirarselo a la cabeza.

Y entonces Checo su fue de la habitación dejando solo a Max, y solo a segundos de eso el neerlandés ya quería que volviera para abrazarlo y que le dé mimos.

𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜(? ᠻ1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora