Félix Perdí la hoja Literalmente se la llevó el viento No sé qué hacer
¿Iñigo? ¡Iñigo!
PARA QUE MIERDA ME DICES QUE TE LLAME O QUE TE MANDÉ UN MENSAJE SI NO VAS A TENER SEÑAL IÑIGO MARTÍNEZ BERRIDI
ERES UN MAL AMIGO
NNONONOON
ESTO NO TE LO VOY A PERMITIR
POR QUÉ NO HICISTE UN PDF COMO FERMÍN 😭😭
No le puedo pedir ayuda a los demás porque nunca cuidaron a Cancelo y cada alfa es diferente en su celo
Y me da vergüenza pedirle ayuda a Ander :(
REALMENTE VOY A LLORAR PORQUE NO SÉ QUE HACER
😭😭😭😭
UN ALFA IDIOTA SE QUISO SOBREPASAR CONMIGO Y CANCELO SE DIO CUENTA
DEBÍ HACERLE CASO Y NO IR
PERO YO QUERÍA POLLO FRITO
ENCIMA CANCELO ME DEJÓ CON LAS GANAS
VOY A ENTRAR EN COLAPSO PORQUE NO SÉ QUE HACER
ESPERO QUE FERMÍN NO TE FOLLE POR SER UN MAL AMIGO
Mentira no lo eres, te amo
Pero estoy en crisis
Enviado a las 16:38 hs
Félix dejó su celular sobre la isla de la cocina e hizo un pequeño berrinche infantil. Iñigo no le contestaba las llamadas y los mensajes tampoco le llegaban.
Cuando Cancelo se despertó actuaba de una manera muy posesiva, su aroma era muy fuerte, estaba pegado a él todo el tiempo y cada que tenía oportunidad lo impregnaba con su aroma. También no lo dejaba salir de su regazo y de vez en cuando llenaba su cuello, más que nada en la zona de su marca, besos húmedos y no le disgustaba, lo que si le molestaba era que nunca podían concretarlo.
Félix no quería quedar como un pervertido, pero realmente quería tener sexo con su novio. No sabía que le pasaba, pero su libido estaba muy descontrolado, tal vez era por el celo de Cancelo que estaba tan... urgido. Vamos, su novio era sexy, por muy inocente que se vea con esas prendas holgadas tenía un cuerpo de infarto, con una sola mirada te ponía de rodillas.
—Mierda no... —Murmuró abochornado por lo apretado que empezó a sentirse su short.
Escondió su rostro entre sus manos y lloriqueó. No podía estar pasándole eso.
Mientras lloriqueaba, un alfa se acercaba sigilosamente al omega, lo tomó de la cintura y pegó sus cuerpos empezando a olfatear su cuello.
Joder, tampoco debía pasarle eso.
—Cancelo... espera —Obviamente el alfa hizo oídos sordos al pedido del omega y se dedicó a seguir bajando su ropa interior—. Cancelo... ¡Ah!
Soltó un gemido cuando dos dedos entraron en su interior, entrando fácilmente debido a su lubricante natural que salía sin parar. Intentaba parar la situación, pero, vamos, se sentía tan bien, ¿para qué resistirse si lo deseaba más que nada? Por lo tanto, se acomodó mejor en la isla de la cocina alzando su trasero y dedicarse a disfrutar del placer que le daba su pareja.
Cerró sus ojos y sin vergüenza soltaba esos melodiosos gemidos, sonriendo burlón al escuchar los gruñidos bajos de Cancelo. Este apretó su cintura y entró completamente en él, sin esperar comenzó a mover sus caderas de forma rápida y dura, tocando su próstata sin problema.
Félix abrió sus ojos y un grito de placer escapó de su garganta, Cancelo estaba siendo demasiado brusco. Él nunca era así cuando tenían sexo, pero ahora era como una bestia, era por su celo, era obvio, los alfas tendían a ser bruscos estando en celo, pero no pensó que tanto. Y raramente le gustaba como lo estaba follando.
Fue tomado bruscamente de sus brazos y lo sentó sobre la isla, abrió sus piernas y entró nuevamente tomando uno de sus glúteos para que no intentara cerrarlas. Apretaba su cintura y muslo con mucha fuerza, tanta que dejaría marcas que se irían en días, pero no le importaba. No cuando lo estaban follando tan bien.
Tiró su cabeza para atrás y abrió su boca para poder gemir lo más fuerte que podía. A estas alturas le importaba tres mierdas los vecinos. Los labios de Cancelo eran suaves y pomposos, ideales para compartir besos lentos, pero en este momento solo podía pensar en comerle la boca, mordiendo y succionando esos labios tan tentadores.
Faltaron solo cuatro para que Félix se venga y dos para que Cancelo termine dentro suyo, hizo una pequeña mueca al sentir su nudo crecer en su interior. Y solo ahí se acordó en que no usaron un preservativo.
—Agradece que tomo pastillas, alfa tonto —Murmuró tratando de regular su respiración.
—Bonito. Omega bonito —Dijo acariciando su rostro delicadamente, como si no lo hubiese follado como una fiera.
—Realmente no puedo enojarme contigo —Sonrió con ternura pasando sus delicados dedos por la marca de Cancelo en su cuello.
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—Realmente sí puedo enojarme contigo —Se quejó dejando la cena sobre la mesa.
Sus caderas duelen y apenas podía caminar bien, era un dolor punzante y bastante incómodo. Cancelo lo miraba con sus ojitos abiertos y pestañeando sin entender del todo las quejas de su omega pero no le gustaba verlo así.
Cenaron tranquilamente y luego las quejas de Félix volvieron mientras lavaba los platos.
—Eres muy brusco —Se quejó secando sus manos—. Hace más de cuatro horas tomé esa jodida pastilla para el dolor ¡y no se va! Maldito marketing barato...
—Bonito.
Félix rodó los ojos—Bonito es el dolor de trasero que tengo por tu culpa.
Cancelo se acercó y sin pensarlo lo tomó en su hombro llevándolo como una bolsa de papas ignorando las quejas del omega, lo llevó a la habitación y lo depositó en la cama para después acostarse a su lado dándole mimos en su cabello en forma de disculpa.
—No enojado —Murmuró algo afligido.
Y Félix cayó en la ternura de su novio.
—Bien... No enojado —Dijo besando los labios de su novio.
