La familia Lee ha sido desafortunada en sus últimas generaciones. Pero cuando una serie de eventos desafortunados, una extraña abuela y un castillo cuyo dueño es un conde del cual existe una historia muy bizarra respecto a un origen sobre natural so...
—Sera imposible que usted y yo nos llevemos bien señorito Felix.
—Llévese bien con mi abuela, ella es la que creyó todo este tiempo en usted.
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Tres meses después.
Cosas extrañas habían pasado en el castillo Hwang. Bueno, más extrañas de lo que ya estaba porque el pueblo había comenzando a notar los cambios en aquel castillo sin mencionar la cantidad de camiones con materiales y trabajadores que iba a diario para reparar alguna parte del castillo.
Sino también por aquel extraño hombre que había llegado a vivir al castillo, siempre con lentes oscuros, muy pálido y con una sombrilla negra que no dejaba ni a sol ni a sombra casi siempre visto al lado del Lee rubio, como era conocido en el pueblo ya que pocas personas interactuaban con ellos porque decían que estaban locos por vivir en un lugar tan tétrico y maldito como el castillo Hwang.
En el caso de Hyunjin había aprendido cosas importantes. A las personas que por apariencia eran mayores que el debían hablarles con respeto, no podía morder a ninguno conocido o amigo de los Lee, la pizza con piña era asquerosa aunque no comiera comida humana, el final de Game of Thrones había sido un asco, tenía que ser un hombre que resolvía, las personas dentro de la televisión y los teléfonos no eran personas pequeñas metidas allí y que tenía que dejar de hablar como si fuera del milenio pasado aunque lo fuera.
Cuando el conde le mostro a la familia las bóvedas con riquezas en unas catacumbas bajo el bosque el rodeaba el castillo todos habían quedado de una pieza. Con eso claramente podrían no trabajarle un día más a nadie pero los Lee no quería aprovecharse de la riqueza del conde sino que deseaban ayudarlo a recuperar su hogar o al menos la apariencia de este.
Con Hyunjin también había derribado algunos mitos. Los vampiros podían exponerse al sol solo que no directamente ya que sus pieles eran extremadamente sensibles, el ajo no era mortal, las cruces no les hacía nada y lo de las estacas en el corazón era verdad porque... ¿Quién no muere con ello? También lo habían ayudado con su imagen, su largo cabello fue cortado y ahora se vestía como el típico mafioso con pantalones de tela, camisas y blazer.
Por otro lado Había solo una cosa que era un enemigo mortal para los vampiros, la plata.
—Estos cubiertos no son originales — dijo disconforme y agradecido en partes iguales cuando toco los cubiertos finos que Sunmi había colocado en la mesa — ¿Qué paso con los cubiertos de plata?
—En algún punto fueron vendidos, conde — explico —Han sido años difíciles para todo el mundo.
—Si fuera plata ¿no estarías muerto? — consulto Felix metiéndose un poco de pollo a la boca.
