Scara y Xiao eran desconocidos, como los dos iban a la preparatoria Xiao lo miraba desde lejos, Scara es alfa y como Xiao tiene un comportamiento hostil parece que es un alfa pero en realidad es un omega. Quieres continuar? Te invito a conocer la h...
Xiao era un chico peculiar, siempre destacando por su comportamiento reservado y distante. Aunque su aspecto era común, su actitud era notablemente hostil, lo que lo hacía casi impenetrable para los demás. Cada mañana, antes de salir de casa rumbo a la academia, tenía un ''ritual peculiar'', tomaba unas pequeñas pastillas que le ayudaban a ocultar su aroma natural. Era su forma de mantenerse invisible ante los sentidos ajenos. Nadie debía notar lo que realmente era.
A pesar de su aparente aversión a la compañía, el aislamiento no siempre había sido su opción preferida. En el fondo, deseaba socializar, pero algo en su interior lo empujaba a mantenerse al margen. Sabía que había aspectos de sí mismo que no podía compartir con nadie. Si alguien descubriera que era un omega, sería rechazado, odiado y despreciado por todos. Ese era uno de sus más profundos temores...
Aquella mañana, el ambiente en la academia era el mismo de siempre: el bullicio de los estudiantes, las risas despreocupadas, el murmullo de conversaciones interminables. Mientras caminaba hacia la entrada, sus ojos se encontraron con los del chico más popular de la escuela, un joven carismático que siempre iba rodeado de amigos y sonrisas. Sin embargo, lo que captó la atención de Xiao no fue su popularidad, sino la frialdad de su mirada en ese instante, como si por un breve segundo, el chico que todos admiraban no fuera más que una fachada.
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Scaramouche observó a Xiao desde lejos. El chico, como siempre, parecía ensimismado en su propio mundo, pero Scara notó algo más: una peculiaridad que lo hizo querer acercarse. No solía sentirse intrigado por nadie, pero Xiao despertaba en él una curiosidad extraña. Con una sonrisa traviesa, se acercó.
Scara:Hola, ¿Xiao, verdad? Supongo que así te llamas. —Una sonrisa juguetona, casi maliciosa, apareció en los labios de Scara mientras lo miraba con interés—
Xiao: —Xiao lo observó con ojos fríos y respondió con una actitud hostil— Sí, y eso no debería importarte. —Se levantó bruscamente, molesto, justo cuando sonó el timbre—
Ambos caminaron hacia el aula en silencio. Aunque el encuentro había sido breve, la tensión entre los dos se mantenía palpable. En clase, sus miradas se encontraron más de una vez, pero ninguna palabra fue pronunciada hasta que Scara, incapaz de contenerse, rompió el silencio:
Scara:¿Por qué me miras tanto? ¿Te gusto? —Su risa burlona resonó en el aire, pero al notar la seriedad en los ojos de Xiao, dejó de reír—
Xiao: —Con tono firme y sin apartar la mirada— No soy alguien con quien puedas hacer lo que quieras, Scara. Solo me pregunto por qué estás en el mismo salón que yo. No es como si me importaras.
