𝐘𝐮𝐢 𝐊𝐨𝐦𝐨𝐫𝐢, una jóven hermosa, gentil y frágil; ella al conocer a unos misteriosos jóvenes del Reino Sakamaki de Seiland,siente emociones fuertes que no quiera alejarse de ellos, pero ella no sabe que esos encantadores jóvenes 𝐬𝐨𝐧: 𝐕𝐀�...
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Tomo cualquier cosa que veo. Es una regla prerrogativa el torturar a sus conquistas. Escalando infinitamente hasta un final muerto. Cae hasta donde puedas caer, no más allá y llora.
Frase de 𝐀𝐲𝐚𝐭𝐨 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐚 𝐘𝐮𝐢 𝐊𝐨𝐦𝐨𝐫𝐢
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-𝐂𝐚𝐭𝐡𝐞́𝐝𝐫𝐚𝐥 𝐊𝐨𝐦𝐨𝐫𝐢, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢-:
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-La Cathédral...
«no puede ser» Yui no comprendía de como llegó a ahi a su lugar de protección, puesto que el Reino se encontraba lejos de la Cathedral. Yui aturdida, solo entró y fue recibida por la moja Ladil.
-Yui que bueno que llegaste.
-Lo ciento, pasa algo.
-No...¿pero por qué llegas a esta hora?
-Lo ciento mucho...pero retrase en algo.
La monja Ladil no la creyó pero dejó de preguntar. Yui se retiró de ahí y se dirigió a su dormitorio, pero antes quizo ir al dormitorio del Sacerdote Seiji para entablar una conversacion. Ya ante la puerta tocó antes de entrar.
-Pase...-Respondio ante el toque de la puerta, Yui entró y vio al Sacerdote que ya hacia en un escritorio.
-Sacerdote... buenas noches...
-¡Hija!..
Yui le sonrió con melancolía, pero Seiji se paró ante ella «¡aún sigue viva! » Seiji no comprendió como la muchacha seguía viva, luego de que la entregase al futuro Rey de lo vampiros.
-Hija...como te fue en tu paseo...con el príncipe...
-Sacerdote Seiji... Yo...
Yui no podía decirle al Sacerdote lo que pasó con él príncipe, debido a que si le contara todo, no la permitiría salir de la Cathedral, entonces Yui ante su desesperación tuvo que mentir.
-Sacerdote, todo fue bien.
-¡de verdad!
-Si...
Seiji aún no comprendía lo que estaba pasando, a como ella todavía decía que "estaba bien", Seiji aún estába aturdido.
