Yellow // lukloe

Ojos marrones

Abeille:
El paso del tiempo borró el calor de tu cuerpo del mío, borre tus mensajes, tus besos y todas nuestras fotos.
Increíblemente nada de eso me dolió al hacerlo, fue todo un proceso pero lo logré, me prometí todos los días borrar una foto y luego ya no hubieron más rastros tuyos en mi galería.
Pasó navidad y año nuevo, ya no tuve la necesidad de mandarte mensaje, ni siquiera cuando el alcohol tomaba mi cuerpo.
Melody me acompañó en este proceso, oculté todo rastro tuyo, no quería lastimarla, realmente quiero hacer las cosas bien con ella.
Ese Sábado 6 de enero tuve una cita con Melody, en el camino al pasar por tu casa te vi parada ahí, hablando con alguien por teléfono, seguramente tu novio o no lo sé, estabas vestida con una remera morada y un pantalón corto celeste, parecía que ibas a practicar algún deporte, en ese instante miraste a la calle por la cual transitaba y como un acto inconsciente miraste para acá pero yo te corri la mirada al instante no estoy seguro de que me hayas visto. No me sentí nervioso, ni se me alteró el corazón como antes y realmente estuve feliz de ese sentimiento, significaba que ya no te amaba como antes, tal vez son palabras duras pero te aseguro que todo este cruel proceso de amarte o no fue más duro que ese sentimiento.
Al llegar encontré a melody tan hermosa como siempre, su pelo oscuro ondulado, sus hermosos ojos café. Fuimos a una heladería y luego a caminar por la ciudad después en una plaza me declaró su amor.
Y me miro con tanto amor, con tanto cariño que creí que podría morir ahí.
Me beso con tanta ternura, sentí el calor de sus labios chocar con los míos, el sabor de sus labios mezclarse con los míos.
Y en ese momento en donde toque el cielo una imagen paso por mi cabeza, Chloe.
Luego de eso Melody me agarró de la mano y hablamos toda la tarde, la acompañé a su casa y nos abrazamos, el calor de su cuerpo era diferente al tuyo, su cuerpo pegado al mío, sus brazos.
Al llegar a casa sentí la ausencia de Melody, quería estar otra vez en sus brazos, noté que sonreía al pensar en ella y lo supe. Estaba enamorado.

—Luka couffaine