Samurai Sword Honor #I: Caminando Hacia El Futuro - Parte I

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PRÓLOGO: Desde hace meses atrás las voces habían empezado a hablar de rumores, de una gran de variedad de naves independientes que saldrían de la tierra enviados por el líder de transportes del sistema Alphamerus, Brang Slias, un hombre que tenía reportes de un planeta morado ubicado fuera del sistema, un sitio de ambiente turbulento qué poseía un gran problema en su interior...

El planeta Tierra había pasado por mucho desde las antiguas guerras narradas, por los sobrevivientes qué pelearon codo a codo en el conflicto, disfrutando de una aparente paz que los llevaría a mirar más lejos de lo que su vista ambiciosa les permitiría.

Planeta: Tierra, Ubicación Exacta: Reino Unido/Calles de Bristol. Zona horaria: Tarde.

En la calle un hombre iba cubierto por una máscara delgada color azul, de líneas profundas y pequeños huecos qué le facilitaban su vista, quien portaba confiado de sí, Katanas de su cultura llamada: Teraishi, hechas a base del metal más puro, de Japón. Con cada paso que daba su Kimono blanco con cuadros negros, resaltaba entre los habitantes qué lo veían extraño, todo mundo notaba que el hombre era de una cultura diferente a la de todos ellos.

Su caminar era completamente firme, siempre llevando su cabeza en alto, demostrando una postura recta, digna de su honor qué portaba con orgullo. En su camino solo vio que se siguió rodeando de miradas curiosas por saber las intenciones del Hombre, las calles de Bristol parecían que no lo tomaron de una grata manera. En su andar pudo pasar en frente del agua de tan calmado lugar, notando el fluir de las corrientes, y el viento llevando hacia su nuca calma dentro de un camino corto.

Con grandes dudas el hombre pensó - "El camino hacia este lugar, es hermoso. Pero su razón de caminarlo, me lleva a la angustia".

Con su brazo derecho el hombre estiró su mano para tomar una de sus Katanas, ¡SHHHNG!, este saco de una de sus alargadas armas del estuche para observar su rostro en ella, encontrándose con su dolor y angustia por un futuro qué podría o no terminar de ser lo que tanto le habían prometido.

Dentro de su mente pensó perdido en el reflejo de su rostro - "No puedo creer... Que... La gran enseñanza qué se les da a nuestros alumnos se convirtió en... El dolor por la culpa"

Cada error cometido sería pagado, no con sangre o la muerte, pero si por una mente destruida y sumida en el dolor, el hombre estaba consciente de que hoy será el día en el que las cosas cambiarían para la gente que ama, y por los que se ensució las manos.

Sus pensamientos continuaron fluyendo por una última vez observando su Katana - "El bien de muchos me costó mi dignidad y código como guerrero, cuando llegue mi encuentro espiritual con los dioses rogaré, por el peor castigo qué me sea posible. Mi responsabilidad más básica es morir como culpable de mi falta de lealtad".

Cansado de ver claramente su dolor decidió guardar su Katana para continuar con su camino. El lugar al que se dirigía, era una base escondida a 2 horas de donde se encontraba, donde hace meses se le había comunicado que se necesitaba su presencia.

Tras de su inexpresiva máscara, sentía el dolor, ira y sufrimiento, viendo como su cara se ponía caliente, apretando sus puños ante la impotencia de verse en una situación que no fue nada de su agrado. Para dar el último golpe a su mente, miraría con nervios su manga, su mano izquierda empezaba a temblar temerosa de lo que había allí abajo, con la poca calma qué podía tener empezó a subirla viendo una corta frase en japonés qué se traducía a: El Honor de nuestra espada, nunca valdrá tanto como cada uno de nuestros hombres.

Solo ver esto quebró al hombre en mil pedazos, lamentándose fuertemente tratando de borrar aquella frase de su piel, qué le fue puesta desde que cumplió los 17 años, edad en la que muchos de los pertenecientes a las creencias Teraishi, se volvían uno, con el juramento y la Prueba Meguishi (la prueba de valor más fuerte para un novato). El hombre solo quería tirarse al agua y ahogarse entre el dolor que lo invadía, más este no era un cobarde como para atreverse a hacerlo, solo es el hombre que a ojos de su gente les fallo gravemente.

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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