CAPÍTULO 6

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Mingi se miró al espejo y sobo una vez más su mejilla, ahí donde se encontraba un círculo morado provocado por el bonito pie de su hyung.

Si no le gustara tanto...

El maquillaje hizo su magia y el moretón había desaparecido en cuestión de segundos.

Suspiró frustrado antes de bajar a desayunar.

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Hongjoong no se sentía muy bien, tenía un horrible dolor de estómago y un poco de resaca.

—No puedo creer que lo hicieras, me da mucha vergüenza ser tu amigo Honggie— se quejó San haciendo un puchero abrazando a Yeosang por la espalda mientras estaban acostados en la cama.

—Ni que lo digas, nuestro prestigió ha bajado dos niveles, nadie nos va a tomar enserio de ahora en adelante— secundo Yeosang.

—Ustedes no se preocupan por mi— se quejó esta vez Hongjoong y se hizo bolita en el poco espacio que tenía de la cama de Yeosang —Casi muero ahí con él y ustedes preocupándose por su reputación y prestigió.

—Honggie fue demasiado vergonzoso, saliste llorando y gritando acerca de un monstruo.

—¡Es que tiene un monstruo ahí abajo! — gritó por la poca compresión de sus amigos.

—Pero eso todo el mundo en la escuela lo sabe.

—Él dijo que no media 26 centímetros yo confíe en él.

San y Yeosang se miraron entre ellos y luego se empezaron a reír como focas retrasadas.

Molesto Hongjoong tomo la almohada y empezó a golpearlos, después los tres estaban jugando cuales niños de preescolar.

Todo se detuvo cuando el celular de Yeosang empezó a sonar.

—Aloo— dijo después de contestar con una sonrisa en los labios.

Esta vez fueron San y Hongjoong los que se miraron entre sí.

—¡YEOSANG BAJATE DE LA MESA! — gritaron ambos.

—Hijos de pe..., no, no te digo a ti— La cara de Yeosang estaba demasiado roja —Sí claro ahí estaré... ¡Voy a matarlos! - grito después de colgar.

Los tres chicos corrieron por toda la habitación de Yeosang mientras se burlaban del rostro jitomate de su amigo.

—Ufff... Tienen demasiada energía para mi salud- se quejó después de perseguirlos un rato —cierto... Cierto. ¿Te acuerdas del chico de ayer? - le preguntó a Hongjoong, el menor asintió —me ha invitado a ver una película en su casa.

—Quiere coger— dijeron los otros dos.

—¡No! — El mayor rodó los ojos —ha dicho que invite a mis amigos.

—Oh... ¿Y qué estamos esperando? — corearon de nuevo San y Hongjoong —préstanos ropa.

Los tres se metieron a la ducha mientras bromeaban sobre la ropa rosa de Yeo.

—No toda mi ropa es rosa— se quejó el menor. 

EL TAMAÑO SI IMPORTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora