«me olvidé de cómo respirar, ¿cómo respirar? si te voy a extrañar en el mismo lugar, donde nos besamos y encontramos, nos juramos siempre amarnos, y no, ya no... perdí mi corazón».
estaba consciente del día en el que vivía actualmente pero había olvidado por completo a su propio ser, sentía que cada día que pasaba se hundía más y más ante cada recuerdo a lado de su ex-pareja. su alma decía que era un un punto extremo en el que estaba, asimismo, sentía que había olvidado muchas cosas, pero... ¿quién olvida cómo respirar? ciertamente no era normal su estado emocional, aunque sus amigos decían que estaba bien pasar por aquello. no era normal ante los ojos de renjun, no aceptaba el dolor por el que su corazón atravesaba, estaba agotado de llorar cada día.
seguía atormentándose de que su corazón se quedara para siempre con jaehyun, seguía atorado en ese punto de quiebre del que dudaba salir pronto. su madre decía que podía escapar de todo eso, volver a amar y ser amado, la duda era si realmente todo aquello era cierto.
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haechan no bromeaba, y estaba seguro que ninguno de los demás permitiría que renjun volviera con una persona que en este preciso instante le causaba tristeza ante sus acciones en caso de que esta fuese un error. sin embargo, renjun anhelaba que el mayor aún tuviese piedad de su corazón y llegara diciéndole que lo había pensado mejor, que el estar juntos era algo que debía suceder, ¿era mucho pedir? replanteárselo a jaehyun era algo que hacía constantemente -muy poca dignidad ante todo- pero eso no era un inconveniente, lo que más dolía era aquella respuesta...
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le molestaba aquella respuesta pero le molestaba aún más ser tan tonto para seguir insistiendo, era fácil pensar y decir que tenía que parar y quererse un poco, lo difícil era llevar en marcha dicha acción, solo era un chico enamorado con el corazón roto. estaba en una dependencia emocional muy fuerte, nada era sencillo, su amor por el mayor podía más que cualquier otra emoción que habitara en su cuerpo, nada ni nadie podía contra todo lo que sentía en ese momento, aquello era demasiado triste de imaginar y vivir.
