''Un hombre que ha pasado por experiencias amargas y ha viajado lejos, disfruta incluso de sus sufrimientos después de un tiempo.'' - Homero
De niños no nos detenemos a pensar en nuestra vida a futuro de manera consciente, todo siempre son sueños, de esos que para algunos pueden ser una meta o para otros pueden llegar a ser un chiste en una noche de amigos, nuestros sueños siempre son los mismos, los chicos de adultos quieren ser, corredores de fórmula uno, también hay unos que desean ser astronautas y los más pequeños aún quieren ser Spiderman, en cambio las chicas sueñan en ser una Top Model, cantantes o inclusive lo que más desean algunas es la boda de sus sueños y el príncipe azul como nos lo pintan en las películas.
Las simples palabras dichas por un poeta en la Antigua Grecia, resuenan hoy en día en la mente de Noah, ¿Cómo unas simples palabras pueden causar tanto en ti?, cómo esas palabras hacen que pienses tanto en tu vida, que te preguntas si la reencarnación existe, y si estarás pagando algún pecado anterior.
Pero poco a poco todo se acerca a la realidad y deja tus pies muy bien posicionados en la tierra, el aterrizaje siempre es incierto, hay uno más dolorosos que otros, el de Noah fue de cara contra el concreto, fue un golpe de realidad que no esperaba experimentar a los 11 años.
El día de Noah transcurría como cualquier otro, hasta que de un momento a otro lo llaman de la dirección, al llegar encuentra a su abuelo, lo cual era extraño considerando que lo había ido a recoger antes de que las clases terminaran y generalmente nadie iba a recogerlo, siempre se iba a casa con sus amigos, al salir subieron a su vehículo y no hablaron nada en el trayecto a donde sea que fueran.
- Abuelo porque has venido por mí - pregunta con mucha curiosidad.
- Noah, te explico cuando lleguemos, en estos momento debemos darnos prisa - contesta secamente él
Al llegar Noah queda completamente confundido, dado que se encontraban en el hospital, se limitó simplemente a seguir a su abuelo pero algo dentro de Noah lo inquietaba, su pulso se acelera a cada paso que daba, de pronto logra ver una silueta a lo lejos, una silueta muy familiar, era su mamá, ella está destrozada, lloraba, sollozaba, Noah con el miedo cada vez más latente le pregunta a su abuelo que sucede, este se inclina hacia él, su rostro envejeció aún más en ese momento, habló suave y despacio.
- Escucha Noah, en estos momentos tú debes ser fuerte, lo debes ser por tu mamá y aún más por tu hermana, ¿si? - dice él con un deje de tristeza
- Está bien abuelo - contesta Noah tratando de tranquilizarse - pero dime qué pasa, mamá está llorando y no entiendo que hacemos en el hospital - el abuelo empieza a derramar lágrimas por sus ojos grises al igual que los de su nieto, hizo una pausa demasiado grande para para el gusto de Noah, hasta que dijo algo que lo petrificó por unos momentos.
- Tu papá tuvo un accidente en el puente Williamsburg, en estos momentos está en cirugía - dijo sollozando, él era su hijo, su único hijo.
Todo a su alrededor le daba vueltas, no podía creer lo que había dicho su abuelo, por la espalda le sube un frío que se esparce por todo su cuerpo, se dio la vuelta y empezó a correr no quería estar en ese lugar, no podía, su papá no podía estar grave, pensó en él, los momentos con su papá, esperaba que fuese una broma, esperaba que su papá se levantara pronto de esa cama, quería volver a verlo sonreír, que jugara con él baloncesto mientras desordenaba su cabello y lo llamaba ''campeón''.
Después de una hora, Noah regresó en donde se encontraba su abuelo y su mamá, ella tenía una mirada perdida, ya no podía seguir llorando, algo en ella se había desconectado por completo, se encontraba en shock, Noah pudo sentir el calor subir por todo su rostro, a unos pasos se encontraba el abuelo con una chica al parecer era una doctora, solo veía que él tenía las dos manos en su rostro y lloraba con desespero mientras ella hablaba. Poco después le dijo a Noah que su papá había fallecido debido a que uno de sus pulmones colapsó en el accidente, si solo hubiesen llegado quince minutos antes, solo quince míseros minutos antes ellos hubiesen podido salvar a su papá, su pulmón ya no pudo más, los pensamientos de Noah solo gritaban ''nos dejó, dejó a mi mamá sola y desconsolada, él fue su primer amor, el amor de su vida y la dejó''. Tomó la mano de su madre, el pulso de ella era débil, miraba a la nada, trató de no llorar aunque muy dentro de él sentía el ardor, quemaba, quemaba mucho, pero no se podía permitir llorar, estuvo a lado de su madre por horas sin que ella se moviera o emitiera alguna palabra.
Noah no tuvo oportunidad de sentir tristeza después de esa noticia, solo recordaba lo que el abuelo le había dicho, él tenía que ser fuerte por su mamá y su hermana, a partir de ese momento comprendió que haría cualquier cosa para protegerlas que daría todo por ellas.
Por suerte para él tenía a las mejores personas que pueden existir en su vida a parte de su familia, Anna y Logan son sus mejores amigos desde que tenía uso de razón, siempre estuvieron para él, en especial Anna, ella es lo mejor en el mundo, las locuras que hacían juntos, la manera en que se divertían, ella no dejó que sintiera tristeza alguna.
Llegados a la preparatoria te empiezas a preguntar cómo será tu futuro, qué clase de trabajo tendrás, para que serás bueno, que estudiaras, esperas que las personas que siempre han estado a tu lado lo sigan estando, pero jamás te imaginas que tu vida de un vuelco completo a lo que conoces y que te lleva a tomar decisiones desesperadas, su segundo golpe de realidad fue a los 23 años, no esperaba que pasara y fue mucho más difícil y duro de aceptar y procesar.
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El Prospecto - Noah
Teen FictionLa vida de Noah no fue fácil desde los once años que su padre falleció, con dos trabajos tratando de ser la fortaleza de su familia, se ve obligado a tomar una decisión, una que le daría un vuelco completo a su vida como el la conoce. cuando su amig...