Era un día muy acalorado,la luz del sol entraba por las ventanas del pequeño establecimiento. Una tienda de regalos, en ella se encontraba un joven chico de tez pálida con la cabeza postrada en el mostrador. Se le notaba el aburrimiento,las pocas ganas que tenía de hacer un trabajo en el cuál no estaba a gusto. Sin embargo no tenía otra cosa por hacer y era su obligación, ya que no estudiaba y necesitaba dinero para poder mantenerse en su pequeño departamento.
Narra Edgar
¿Cuándo será el día que pueda librarme de este sitio? Ya estaba molesto por tener que venir diariamente con una jornada de trabajo larga. Lo único bueno es que sólo es por este día,era viernes. Se me respetaba después de todo el fin de semana y no trabajaba. El tiempo transcurría, las personas salían y entraban del local, yo yendo a atenderlas mostrando una sonrisa forzada. Ugh, al menos funcionaba con los adultos. No sé por qué siempre asusto a los niños y para colmar mi jefe me dice que nos los espante. ¡Qué culpa tengo yo?! Sólo trato de evitar que se vayan pero parece que es todo lo contrario.
Ya casi terminaba mi turno, los clientes por fin se habían ido,eran alrededor de las 8pm y estaba acomodando una que otra caja, al parecer nueva mercancía había llegado. ¿Peluche de Spike? Es enserio, qué tiene ese cactus.
El sol se había ocultado por completo, estaba más tranquilo sabiendo que mi turno había acabado hasta que un sonido del timbre de la entrada me sacó la idea. Ya había fruncido el ceño, tan pronto ahora..me decía, hasta que me dí cuenta que quién entró no era más que mi único amigo, Fang. De verdad no sé que me vió para acercarse a mí. Probablemente sea lástima.- ¡Hola Edgar! Sabía que tu turno acabó así que vine para buscarte. Saldremos quieras o no
Me dijo con una sonrisa en el rostro. Lo único que hice fué suspirar con molestia,no tenía ánimos de nada, sólo de tumbarme en mi cama y desaparecer de la faz de la tierra.
-Me habías asustado.
Dije algo aliviado mientras salíamos de la tienda y le ponía seguro. La llave siempre la tenía, o bueno,una copia. Griff no se fiaba demasiado de mí aunque eso no era tan relevante por ahora.
- ¿Esa es forma de saludar a tu amigo de alma? Sacándome con tanto odio de su querida tienda!.
Exclamó de forma dramática, a veces la personalidad de fang era extraña pero quién era yo para juzgar
- ¿Dónde iremos?
Solté para retomar el tema. No era emocionante para mí salir, menos cuando hay gente. Simplemente la convivencia no es lo mío.
- ¿Te parece si vamos a la Disco?
Me preguntó sin soltar esa sonrisa de su cara. Me le quedé viendo por un momento mientras mi rostro se amargaba más por oír aquél sitio.
-No.
Respondí seco y cortante. No tenía ánimos de acompañarlo a un lugar así,aunque si él está a mi lado probablemente no esté del todo incómodo. Me agradaba,es algo por lo cual agradezco que sea mi amigo. Su carisma y comportamiento positivo.
- Vamooos edgy, seguramente te encuentras a una chica por ahí, además, yo invitaré.
Me motivaba a ir,pero yo no tenía ningún interés por ligar. Era obvio que no se me daba bien así que me crucé de brazos. Apenas darán las 9, pensé, mientras alzaba la vista para ver el cielo obscuro y encontrarme nuevamente con su mirada clavada en mí, se notaba lo ansioso que estaba por esperar una respuesta mía.
- Agh, está bien, pero créeme que no lo hago por eso.
- Jajaja! Sabía que no podías resistir a mi tentadora propuesta
Fué lo que escuché salir de él acompañado de una pequeña risilla, me empezaba a arrepentir de haber aceptado pero qué se le podía hacer, ahora mis planes de ir a casa y pudrirme en mi habitación no podrán cumplirse pero que más da. No le respondí a Fang mientras pasé a lado suyo para dirigirme rumbo la Discoteca,quedaba cerca así que no era necesario tomar taxi.
-Hey! Espérame Edgar
Dijo de último,lo pude escuchar a lo lejos, no pude evitar sonreír mientras lo molestaba. Miré de reojo viendo cómo se apresuraba para alcanzarme pero también yo comencé a correr. Al parecer veríamos quién llega primero.
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Enséñame a Amar
RomanceEdgar debía poner en claro sus sentimientos, pero a la persona correcta. No sabía cómo hacerlo sin embargo lo conseguirá, con ayuda.