Me levanté sudando, con nudillos en la garganta y un poco temerosa así que lentamente abrí los ojos, sentía una fuerte presencia como si alguien me vigilará, esa horrible sensación hizo que se me erizara la piel.
Después de unos minutos por fin conseguí quedarme dormida pero de nuevo algo extraño me despertó; Un ruido que al parecer salía de la cocina, en ese momento los latidos de mi corazón se intensificaron, mi respiración era tan fuerte que casi podía escuchar mi latido, mi alma parecía que colgaba sobre un hilo del miedo que sentía, trague saliva y me levanté.
Desbloquee mi teléfono para fijarme en la hora, exactamente las 3:00 AM.
Lo primero que se me vino a la mente fueron todas las horribles películas en dónde todo lo malo ocurría a esa hora.
Aun con todo el miedo que me dominaba pude dar pasos ligeros, sentía un pesar horrible, hacia frío y el suelo estaba helado.
Cuando llegue a hacía la puerta de mi recamara, encendí la luz y abrí lentamente la puerta, sali de mi habitación en puntillas y con la piel erizada.
Encendí cada luz de la planta de alta de la casa para asegurarme de que no había nadie.¡Tras! ¡Tras!
Uf... No podía, me temblaba tanto el cuerpo que apenas podía mantenerme en pié.
Pero aún estaba muy lejos del ruido pues provenía de la parte de abajo, mis manos temblaban, mi respiración se aceleraba y un inmenso miedo me estremecía. En ese momento sentía una inmensa necesidad de bajar y justo cuando estaba a punto de llegar... ¡Tras!-¡Tras! Salte de miedo, me mordí el labio, me temblaban las manos y quería gritar. Deseaba tanto salir corriendo de el lugar pero seguí avanzando.Hasta que ¡PUM! Salí corriendo de ahí. Intenté calmarme y me dirigí hacía mí cuarto, aún con el miedo que tenía conseguí quedarme dormida en un rincón.