Sali al super a comprar cosas que necesitaba, lo típico para poder salir agusto. Regrese a mi casa a revisar y anexar las cosas que me habían faltado en la maleta, pues no queria hacerlo en la noche quería dormirme temprano para estar bien despierta cuando estuviéramos en la playa.
En todo el día lo único que había hecho había sido mensajear con mis amigas y escuchar música en mi cuarto, sólo baje a desayunar, comer y cenar. Después de cenar, me fui a lavar los dientes para poder guardar mi cepillo, me metí a bañar y cuando sali fui a mi recamara, me puse mi pijama, y me acosté, cheque mi teléfono para ver si había tenido mensajes de mis amigas pero me di cuenta que ya era muy tarde, eran las 9:00pm así decidí mejor dormirme.
Después de 6 o 7 horas de haber estado dormida, algo me volvió a despertar pero esta vez no era un ruido, era un llanto de una niña chiquita, sentía como si me estuviesé llorando en mi hombro, en ese momento se me erizó mi piel, mi respiración se hacia cada vez mas fuerte, queria gritar.
Cuando volteé hacía donde sentía el llanto de la niña, ahí estaba una niñita pequeña, con un olor tan peculiar como de los perfumes antiguos, la cabellera de color negro, ojos color azul, traía puesto un vestido negro parecía una muñeca de porcelana.
A simple vista parecía una niña normal pero un poco aterradora, cuando se dio cuenta de que la estaba viendo, voltio a verme a los ojos, tenia una mirada tan penetrante, sali corrido a prender la luz, pero aun seguía ahí, estaba atónita y muriéndome de miedo, en verdad quería que sólo fuera un sueño, quería que se fuera.
Unos segundos después me dijo con una tierna voz.
-No temas no muerdo -La muñeca
Estaba tan espantada que solo le dije temblando...
-¿Como te llamas? -yo
Sinceramente no sé cómo lo hice porque sentía que no tenía fuerzas para seguir y tampoco me queda claro porque le pregunté eso en lugar de decirle que se fuera o algo parecido
- Alicia, supongo que tú te llamas Paola ¿no?
Mi corazón palpitaba cada vez más rápido mi respiración se acelera cada vez más, tenía nudillos en la garganta,
-¿Co.. co..cómo sabes mi..mi.. nombre? -Yo
Mi voz tartamudeaba tanto que apenas se entendí lo que decía.
Ella se quedo un momento callada y después me dijo.
-Me dijo tu abuela... -Alicia
-Eso es imposible mi abuela murió hace 12 años. ( Le respondí con una voz entrecortada y un poco confrontadora)
En ese momento sentí mi vida en un hilo, temía tanto, no sabía cómo sabía mi nombre ni porque decía cosas respecto a mi abuela...
