𝟎𝟎𝟏 -𝑬𝒍 𝒊𝒏𝒊𝒄𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐

5 0 0
                                    

El final de la primera guerra mágica causado por un niño, quien diría que un bebé sin conocimientos mágicos acabaría con el Gran Lord Voldemort y sobreviviría a la maldición Avada Kedavra dejándole solo una cicatriz, o eso creían todos, lo que no sabían era que este niño se convirtió en un horrocrux lo que significaba que tenía una parte del alma de Voldemort con él. Este niño se llama Harry James Potter y al no tener familia mágica, ya que sus padres fueron asesinados, fue enviado con sus tíos muggles los cuales lo privaron de todo tipo de magia y le mintieron diciéndole que sus padres habían muerto en un accidente automovilístico el cual, según ellos, también le causo la cicatriz.

Era la mañana del 24 de junio de 1991 un día después del cumpleaños de su primo Dudley y del accidente del zoológico

Harry al despertar se dirigió a la sala de estar donde le estaban tomando fotos a su primo Dudley el cual traía un traje rojo, horrible para su gusto.

– ¿Yo tendré que usar eso?–dijo Harry viendo el traje con una mueca de desagrado

Sus tíos inmediatamente lo voltearon a ver

– ¿Qué? ¿Ir a Smeltings?

Harry asintió y sus tíos y primo echaron a reír

– No seas absurdo, iras a la escuela del estado, donde perteneces–dijo su tía mientras lo esquivaba y se dirigía a la cocina

– Esto es lo que usaras cuando termine de teñirlo–tomo unas pinzas y saco un pedazo de tela de la olla

– Pero Dudley uso ese uniforme, me quedara como piel de elefante- se quejó Harry

– Te quedara bien, ahora ve por el correo–contesto Petunia molesta

Harry soltó un suspiro de fastidio y se dirigió a la entrada, al llegar ahí tomo las cartas y las reviso una por una hasta que en un momento vio que una de las cartas contenía su nombre entonces la separo de las demás y se dirigió al comedor a entregarle el correo a su tío. Al entrar le dio las cartas y se fue a sentar con la suya en mano.

– ¡Harry tiene una carta!– grito Dudley quitándosela de las manos

– ¡Oye devuélvemelo, es mío!– Harry intenta quitarle la carta de las manos

– ¿Tuyo? ¿Quién te escribiría?– Vernon ríe mientras abre la carta

La familia se reúne para mirar la carta. Al terminar de leerla Petunia y Vernon se miran entre ellos uno molesto y la otra algo triste.

Durante los siguientes días llegaron miles de cartas más dirigidas a Harry pero todas fueron rotas, quemadas o tiradas por Vernon.

– Buen día domingo. En mi opinión, el mejor día de la semana. ¿Por qué es eso, Dudley?– dice sonriente un Vernon despeinado y ojeroso

Dudley se encoje de hombros al no saber la respuesta

– ¿Porque no hay correo el domingo?– dice Harry entregándole una galleta a Vernon

– Exacto Harry, No hay publicación el domingo, entonces hoy no hay malditas cartas, no señor, ni una maldita carta, ni una...

De repente una carta sale disparada de la chimenea y cruza la cara de Vernon, interrumpiéndolo. Se oye un estruendo y luego millones más salen disparadas de la chimenea. La familia grita de horror mientras Harry mira con asombro para después saltar sobre la mesa y tomar una carta, al alcanzarla corre en dirección de su "habitación".

– ¡Dame eso! ¡Dame esa carta!–grita Vernon mientras se levanta y corre detrás de Harry

– ¡No!, ¡Suéltame!– Harry patalea en un intento de que su tío lo suelte y él pueda abrir su carta

Rivales y amantes: La historia de Harry y DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora