eyes don't lie ★ nami

chapter two

El dúo se encontraba haciendo de las suyas nuevamente, después de que Kai se uniera dos años antes a la pandilla de Arlong solamente por su pelirroja amiga.

Ambas habían sido muy unidas desde entonces, ya que prácticamente se tenían la una a la otra, se cuidaban mutuamente. Claro que Nami era especialista en solo robar, pues la pelirroja casi siempre se escondía detrás de Kai cada vez que las pillaban, mientras que Kai, estúpidamente según Nami, los enfrentaba y no hubo ni una sola vez en la que no se salieran con la suya.

En un lujoso barco en medio del mar, Nami utilizaba un vestido color beige con detalles fucsias mientras que el vestido que Kai traía era celeste claro, ambas miraban hacia la ventana en dónde podían ver el mar azul moviéndose al compás del barco, docenas de personas yacían en un salón, bailando al son de la música que sonaba en toda la habitación. Nami recostó la cabeza en el hombro de la rubia, hasta que una persona le tocó el hombro.

Volteó para admirar a un joven que la admiraba con un deje de timidez. Kai frunció el ceño y torció los labios cuando el tipo invitó a bailar a Nami y la mencionada aceptó. Después, la pelirroja se volvió hacia Kai y le meneó las cejas, sabiendo cuál sería su reacción.

Cuando ella se fue con él, Kai refunfuñó y se cruzó de brazos como una infante, las orejas se le pusieron rojas y juró que casi pudo expulsar humo por ellas, un sonrojo de irritación también se hizo presente en sus mejillas.

─¿Me concede esta pieza? ─Imitó ella. ─Si claro, y yo que no quería ni bailar. ─Kai quitó la vista de el ventanal y la llevó hacia la mesa de comida que estaba cruzando la habitación. Los ojos se le iluminaron y comenzó a caminar hacia el otro extremo de esta, cuando sucedió.

Varias explosiones que hicieron temblar el lugar de arriba a abajo se escucharon fuera del barco. La gente rápidamente entró en pánico antes de que unos miembros de la tripulación del barco entraran a la habitación y advirtieran que se trataban de piratas. Todas las personas salieron corriendo fuera del salón, incluyendo al chico que invitó a bailar a Nami. Kai sonrió con sorna al ver esto. Una vez quedaron solas, se acercó lentamente a la de ojos oscuros.

─Fue valiente para invitarte. Pero parece que no era tan valiente después de todo. ─Kai soltó una risa ingenua, Nami rodó los ojos pero la sonrisa ladeada en sus labios no pasó desapercibida para Kai.

─Ya vámonos. ─Le ordenó y entrelazó su mano con la de ella para empezar a correr fuera de la habitación.

Corrieron por el pasillo, tomadas de la mano, sintiendo como la embarcación se inclina a cada vez más y más, y lo confirmaron cuando un barril rodó a su lado.

Ambas llegaron a la parte trasera del barco, la cuál estaba vacía. La dupla se acercó a mirar por el borde, Nami se alejó instantáneamente cuando vislumbró la popa de un barco. Kai, sin embargo, trató de acercarse más, y lo habría hecho de no ser por el brusco jalón en el cuello de su vestido que Nami le dió. Entrelazó su mano con la de Kai y ambas corrieron al interior del barco nuevamente.

─¡Imprudente! ─La reprendió Nami, sacándole una sonrisa inocente. Ambas se pegaron a la pared del pasillo al escuchar unas risas malvadas que estaba relativamente cerca. Ambas se miraron con complicidad y asintieron, sabiendo que ya era el momento.

Nami y Kai se arrancaron las ropas elegantes que tenían por encima. Kai tenía una falda negra y una blusa del mismo color que le hacían a juego.

─Recuérdame comprar algo de ropa después. Esta vestimenta no es mi tipo. ─Kai hizo una mueca. Nami asintió.

─Tenemos que pasar al otro barco. Los piratas no tardarán en venir aquí. ─Le dijo en un susurro.

Ambas salieron al exterior del barco e ingresaron al navío por una tensa cuerda por la que había que columpiarse. Kai fue la primera en pasar.