Food

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Día 6

Lovers to Rivals to Lovers

Food ✔️

In Denial


Para muchos, no era noticia que a Max Verstappen le gustara la gastronomía mexicana. En varías dinámicas del equipo, se le vio disfrutar diferentes platillos para maravilla del mexicano que sabía que su novio era quisquilloso con la comida.

Por eso, cuando su cuñada Carlota le envió una caja repleta de dulces, Checo no dudo en compartirlos con él.

—Prueba este Max, —de entre la gran caja, saco una pequeña canasta de dulces de leche, seleccionando un huesito —Te va a encantar.

Si hacerse del rogar, Max abrió la boca para recibir gustoso el dulce.

—Cuatro de cinco — contestó luego de terminarselo.

Así pasaron toda la tarde, con Checo dándole todos los dulces que amaba de su infancia.

—Uy, este será divertido — comentó viendo la caja de pulparindos.

—¿Pulpa? ¿Rindo? — pregunto sin poder pronunciar bien el nombre.

—Pulparindo mi vida, este dulce es de los que pica.

—Suena interesante.

Cuando ya estaba a punto de recibir su porción, el teléfono de Checo empezó a sonar. Mirando que era Horner, se levantó dispuesto a contestar, dejando a Max sin supervisión.

Al ver que se tardaban con la llamada, el rubio optó por destapar su pulparindo.

Quedo confundido al encontrarlo con polvo blanco, ¿Acaso eso era moho? Decidió abrir otro dulce encontrando el mismo resultado.

Volteó la caja, en busca de la fecha de caducidad.

El día de vencimiento era hasta dentro de un año, ¿será una broma entre Carola y Checo?

Max sabia de la relación pesada que tenían ellos dos desde antes de que Sergio entrará a Redbull, por lo que no se le hizo nada descabellado la posibilidad de que fuera eso.

Negando con la cabeza, dejo de lado los dulces para continuar con los demás.

Cuando por fin terminó Checo de arreglar lo que sea que quería Christian, se sentó al lado de su novio.

—¿Te gustó el pulparindo amor? — sacó de la caja uno, mordiendolo ante la aterrada mirada de Max.

—¡Checo no! — como pudo, intento que el mexicano escupiera el bocado —¡Están echados a perder!

—¿Qué?

—Si, mira — abrió un empaque, mostrandolo por completo — Tiene este polvo blanco, seguro es moho.

—Ay Max, pareces gringo — riendo, busco en su teléfono la foto del dulce —El polvo blanco es azúcar glass.

Max solo podía agradecer que este bochornoso momento no hubiera sido grabado por los de marketing.

Nota:

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Nota:

Algo cortito porque me dreno la imaginación los últimos dos días.

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