PANDORA

Capitulo 1

Beatriz Pinzón Solano era una joven mujer que tenía tan sólo 25 años, se había graduado con honores en la carrera de licenciatura en economía y finanzas con tesis laureada. Fue la alumna con mejores notas de todas las carreras de la universidad y además la más joven, ya que ella tenía un IQ de 170 y terminó dos años antes el bachillerato. También tenía un doctorado en economía, otro en finanzas y post grados en ciberdelitos, desfalcos y también en el mercado bursatil.
Hacía unos dos años que estaba trabajando para el FBI de Colombia, había entrado apenas se había graduado. Es que cuando estaba cursando el último año de la carrera, fueron unos promotores a su universidad y les hicieron diferentes test para, sin que ellos lo supieran, seleccionar los mejores y si ellos aceptaban, los entrenaban primero en un especie de campamento.
Betty realizó ese test porque le intrigaba mucho saber de que se trataba y además le fascinaban los retos. Obviamente, nuestra bella genio, obtuvo también la mejor calificación. Cuando su actual supervisor, que en ese momento no era nada todavía, le comentó la verdad y le preguntó si deseaba formar parte de esa fuerza especial. Ella dudó al principio ya que su padre era muy estricto, pero a la vez, deseaba formar parte de algo tan importante y especial. Como no podía preguntarles a sus padres y siendo ella mayor de edad, aceptó gustosa esa oferta. Su superior estaba muy feliz porque sabía que en un futuro, sería la mejor agente especial que tuvieran en todos los años que él trabajaba allí.
Le dijo a su jefe el problema que tendría para ir al campamento porque su padre era muy estricto, pero su jefe la convenció de que no se preocupara porque no iba a ser difícil.
Y así pasó, se presentaron en su casa, dos agentes simulando que había sido seleccionada para trabajar en el banco Montreal en el cargo de vice presidente financiera de esa entidad por tener magníficas calificaciones. Pero que tenía que ir a un campamento que supuestamente el banco hacía para el personal nuevo que ingresa a dicha entidad y se conozcan con los antiguos empleados. Al principio don Hermes estaba muy contrariado porque no había escuchado eso jamás, pero lo convencieron diciéndole que era nuevas políticas traídas directamente de EEUU y aceptó gustoso que su hija sea una de las personas seleccionadas para tamaña responsabilidad que debía interiorizarse con sus compañeros para tener una mejor relación laboral y un óptimo rendimiento.

Pasaron los días y Betty fue al campamento, eran 15 días de entrenamiento avanzado. Casi no los dejaban ni respirar, pero estaba muy feliz por todo lo que aprendía. No sólo se enfatizaron en los delitos financieros, sino que también les enseñaron a disparar diferentes clases de armas de fuego. También les enseñaron distintas clases de artes marciales, dictadas por un profesor oriental. Más exactamente era coreano y terminando por los diferentes programas de internet que manejaban ellos. Fueron los 15 días más intensos que tuvo en toda su vida, pero también lleno de conocimientos.
Sus profesores le admiraban cada vez más por su gran inteligencia y por su enorme capacidad para entender las cosas fácilmente.

Cuando regresó a su casa, no era la misma Betty que había ido a ese campamento. La habían cambiado también exteriormente para que cumpla totalmente con los requisitos para formar parte de esa fuerza especial del FBI.
El día anterior a regresar a su casa, una agente la llevó al salón de belleza. Al principio estaba renuente en entrar, pero la agente le informó que era esencial si realmente quería pertenecer al FBI. Entonces aceptó porque le gustaba mucho todo lo que ellos hacían, entraron al salón y la agente les indicó a los especialistas que debían hacer.
Le cortaron las puntas de su cabello porque estaban florecidas y aprovecharon para pasar a mejor vida a su capul. Luego la depilaron totalmente, es decir, vello facial y corporal. Después la maquillaron y le hicieron probar distintas prendas que debería usar. Después le cambiaron sus gafas por unas más modernas, con montura al aire y también gafas de sol con su respectiva graduación. Por último y para terminar su transformación, un ortodoncista muy reconocido en el país, le quitó los brackets porque ya su función había concluido y sus dientes estaban perfectos.
Cuando Betty salió de ese galpón donde la tuvieron encerrada desde la madrugada hasta la noche, era otra persona. Ni siquiera ella misma se reconoció cuando se miró al espejo, pensó que había una muy hermosa mujer detrás de ella y al mirar, vió que no había nadie más que ella. Ahí comprendió que esa mujer hermosa, no era nada más ni nada menos que ella misma.
Al día siguiente regresó a su casa y tanto sus padres, como su mejor amigo Nicolás, no podían creer que era ella. Su padre, luego de salir del shock ocasionado por su hija, se enojó por esa vestimenta y porque se pintaba los labios. Pero al final, luego de que ella le insistiera que tenía que estar bien arreglada porque una vice presidente financiero de un prestigioso banco como era el Montreal, no podía ir a trabajar mal arreglada. Aceptó aunque a regañadientes, pero lo atacaron de ambos frentes y tuvo que poner la bandera blanca de rendición. Es que tanto Betty como doña Julia, se complotaron para que Hermes la dejara así vestida y el buen hombre terminó aceptando para luego comparar la belleza de Betty con una tía de él llamada Florentina Pinzón.
Entró a trabajar a la semana siguiente, necesitaban que ella tenga una coartada y nadie sospeche absolutamente nada. Como también, ver si podía sacar información de los supuestos involucrados en el desfalco.
Investigó las cuentas de todos los hombres de la empresa, empezando por Daniel Valencia, luego Gustavo Olarte, Saúl Gutiérrez, Hugo Lombardi, Mario Calderón y por supuesto, Armando Mendoza. A Betty se le fueron los ojos para cualquier lado y no por su miopía, sino cuando vió la foto de Armando Mendoza. Le pareció el hombre más guapo que había visto en su vida, igualmente no tenía tampoco con quién comparar ya que jamás había tenido pretendientes y ni hablar novios.
Miraba la foto y pensaba para su interior;
Betty(para si misma):"Ay no señor, con esos ojitos tan bonitos, con esa carita tan linda, con esos lunarcitos que tiene arriba de sus labios y esa sonrisa pícara, no creo que tenga que ver con el desfalco. Además es su propia empresa, no se robaría a si mismo. A menos que no tenga una remuneración apropiada y quiera sacar tajada, pero no lo creo. Sus ojos denotan honestidad y no creo que esté en esas.
De repente sale de su pensamiento ya que su jefe del FBI, le había enviado un mensaje para que se reúnan a la hora del almuerzo.

Cuando llega esa hora, Betty se va al restaurante donde la había citado su jefe Michel Doinel. Éste siempre era muy bueno y amable con ella, es que él la había descubierto y vió su transformación de ser un simple capullo, a ser esa bellísima mariposa. Cosa que enamoró a Michel pero jamás se lo dijo porque no quería que ella lo rechazara y además una de las reglas era que no se podía entablar una relación amorosa con otro del equipo.
Michel:"Buenos días Betty, está realmente hermosa hoy"
Betty:"Gracias Michel, pero no me diga esas cosas que me hace sonrojar. Dígame más bien que es lo que sucede por el cual me pidió esta reunión urgente?"
Michel:"El jefe del FBI, el agente especial Cristobal Rivas, me ha dicho que tenía que infiltrar a una mujer en Ecomoda y yo pensé en usted"
Betty:"Michel pero por qué pensó en mí si yo soy novata? Y porque tiene que ser exactamente una mujer?"
Michel:"Pensé en usted porque es la mejor de toda la unidad y con respecto porque una mujer, es que salió en un aviso del periódico que en Ecomoda pedían una secretaria para presidencia y nadie mejor que usted "
Betty se quedó anonadada y perpleja a la vez, no sabía que hacer.

Continuará

Nota de la autora

Qué les pareció éste primer capítulo? Les gusta ésta trama diferente a lo convencional? Betty aceptará infiltrarse entre los empleados de Ecomoda para descubrir al culpable?
Si les gustó mucho el capítulo de hoy, por favor no dejen de colocar una estrella y no se olviden de comentar.