𝙱𝙰𝙱𝚈 🍼 𝙽𝚊𝚃𝚣𝚞

➢7

Tzuyu abrió lentamente los ojos, miró a su alrededor notando que no era su habitación. La puerta fue abierta y la abuelita de NaYeon se dio a conocer.

—¡Oh! Ya levantaste, toma te traje tu desayuno.

—¿Señora Im? Disculpe, no sé que hago aquí...—tocó su cabeza porque le dolía un poco.

—Tranquila mi niña, NaYeon te trajo aquí, ayer te vio en mal estado y te trajo a dormir a la casa.

Tzuyu miró la bandeja y se sentó adecuadamente para poder tomarla, un poco confundida.

—Gracias señora Im—sonrió.

—No hay de que pequeña—sonrió de igual manera—.Si buscas a NaYeon está en la cochera.

—Gracias.

La anciana se fue y Tzuyu comenzó a comer, disfrutando de todo lo que le habían traído, al finalizar dejó la bandeja a un lado y agarró su celular.

Tenía llamadas perdidas de su secretaria y mamá.

Recordó la reunión y suspiró, marcó a su secretaria que a los minutos le atendió.

—Hola Rina, cancela la reunión por favor.

—¿Sucedió algo joven Tzuyu?

—No, solo me dio un resfrío por estar tanto tiempo bajo la lluvia y no podré llegar.

—Bien, yo le digo a los demás gerentes.

—Y por favor, no le digas nada a mi madre.

—No lo haré, confíe.

—Gracias, adiós.

Cortó la llamada y se paró de la cama mirando las pantuflas que Im había elegido para ella, eran unas de osos, muy esponjosos y abrigadores.

Miró con atención la recamara notando como en el centro de la repisa que tenía estaba la foto de la primera ecografía.

Sonrió y también cayó en cuenta que la ropa era diferente a la que vestía el día anterior, tenía una camiseta ancha, unos pantalones negros y una chamarra gris, todas de manera oversade.

La idea de que NaYeon la había visto desnuda de nuevo lo hizo sonrojarse, despejó todo de su mente y tomando la bandeja salió de la habitación.

Bajó hacia la cocina y colocó el utensilio en la mesa, sin saber dónde más dejarlo. Caminó hasta la puerta trasera que guiaba a la cochera y se adentró a él.

Miró a NaYeon quien estaba con top deportivo, realmente era una escena sensual para ella, pero no iba a caer en la lujuría.

—Hola...

Im volteó y la miró por un leve segundo—: Ya levantaste ¿Cómo te sientes?

—Un poco bien, pero me duele la cabeza.

—Te desmayaste de tanto llorar en tu carro, es normal.

—¿Cómo pasó? Estaba segura que conducía hacia mi casa.

—Pues no estabas de todo consciente, tú carro estaba frente a mi casa cuando te vi.

—Lo siento por ser una molestia...

—No, no digas eso, eres una amiga para mí y también la madre de mi hijo. No me gustaría verte en ese estado y no hacer nada.

Asintió y se colocó a su lado, NaYeon estaba arreglando su carro.

—¿Qué haces?

—Tenías algunas cosas salidas, hubieras podido tener un accidente si seguían fuera de su lugar.

—Gracias.

—No es nada.

—Gracias por cuidar de mí ayer, por prestarme tu ropa y darme tu cama.

—Eres alguien especial para mí, Tzu, ya te lo he dicho.

Asintió una vez mirando en silencio—: ¿Me viste desnuda de nuevo?

—Solo para cambiarte, tu pancita se nota un poco y es adorable. A pesar de estar embarazada sigues teniendo un cuerpo hermoso.

—No digas eso...—murmuró sonrojada.

—Solo digo la verdad aunque no me convence mucho tu peso, pero bueno. También me dormí en el piso para que no te sientas incómoda al verme a tu lado en la mañana aunque igual te levantaste más tarde que yo.

—Mi madre me obliga tener un peso saludable para la empresa y con respecto a lo otro, mi rutina tiene horarios, es la primera vez que duermo hasta tarde.

NaYeon frunció el ceño y volteó a verlo para luego ponerse la camiseta.

—Vas a dormir y comer todo lo que quieras durante el embarazo, aún así tu mamá no te lo permita, no voy a dejar que eso influya en el desarrollo de nuestro HoSeok.

—¿HoSeok?

—Así le puse, me enorgullece el nombre—sonrió triunfante.

—Va a ser niña ¿Cuántas veces te lo tengo que decir, Im?

—Blah blah blah, será niño.

Cerró la cajuela del auto y caminó hacia la puerta dejando atrás a Tzuyu.

—Ven acá Im NaYeon, no me puedes dejar con la palabra en la boca.

—Ya lo hice.

Sin duda ambas serían una pareja muy cómica.