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Tanto omegas como alfas se pegaban a los casilleros con nerviosismo, dejando el centro del pasillo libre para que el profesor de Música e Historia pasara sin interrupciones

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Tanto omegas como alfas se pegaban a los casilleros con nerviosismo, dejando el centro del pasillo libre para que el profesor de Música e Historia pasara sin interrupciones.

Naruto Uzumaki era un omega poco convencional, era frío y duro, intimidaba a alfas y omegas con una solo mirada. Ni las moscas se atrevían a interrumpir con sus zumbidos las clases que el rubio impartía.

Y bueno, Naruto no podía darse le lujo de ser un omega blando, era un profesor en una escuela privada repleta de niños con aires de grandeza y la creencia de que eran el centro del universo y por lo tanto debían ser tratados como tal. Todos y cada uno de los adolescentes que habían intentado pasarse de listos gracias a su estatus social y dinero, habían terminado reprobando su materia o siendo humillados en clases.

Y con los meses ya todos sabían que no era sabio ni recomendable intentar pasarse de listo con "El Demonio Uzumaki".

Nadie hablaba en su clase, nadie interrumpía sus explicaciones ni para ir al baño. Nadie se le acercaba, y tal era el respeto, o miedo, que incluso los alumnos hacían hasta lo imposible para no reprobar su asignatura.

-¡Buenos días, profe Uzumaki!

Claro, pero Sasuke Uchiha era la excepción.

El Uchiha era un estudiante estrella, el único que se atrevía a tratar como un profesor normal a Sasuke.

Y el único que Naruto no había reprendido o humillado.

-Buenos días, estudiante Uchiha.-Respondió con la misma voz seca y neutral.

El alfa le sonrió amistoso.

-¿Cómo descansó, profe?-Caminó al lado del mayor.

-Estuve reprobando exámenes.-Negó suspirando.

-Yo lo veo muy animado.

-Por eso mismo.-Sonrió leve y el Uchiha lanzó una carcajada.

-¿Y yo también reprobé, profe Uzumaki?-Sonrió tímido.

-Eres un presumido, Uchiha, bien sabes que no lo hiciste.

El Uchiha sonrió contento y la campana retumbó por todo el pasillo.

-¡Lo veo luego, profe Uzumaki!-Agitó la mano y corrió a su salón, Naruto correspondió el  gesto de forma vaga y continuó caminando hacia el salón que el tocaba.

Al menos, entre tantos niñatos si materia gris en su cerebro, había uno que valía la pena.

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Todo el salón se sumió en silencio cuando el profesor Naruto Uzumaki cruzó el umbral de la puerta.

El hombre dejó su maletín y acomodó su camisa, apoyándose en el escritorio y mirando a todos con frialdad.

𝙾𝚑, 𝚏𝚞𝚌𝚔! | 𝚂𝚊𝚜𝚞𝚗𝚊𝚛𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora