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𝐄𝐃𝐖𝐀𝐑𝐃 𝐒𝐎𝐋𝐓𝐎 𝐋𝐄𝐕𝐄𝐒 quejidos al sentir la gasa rozar por su piel, intento con el esfuerzo de toda su vida no llorar por que le pasaron alcohol por la herida (generada por la loca Jaqueline Jones).
—Bien solo vendaremos aquí y estarás como nuevo pequeño Edward— la voz tranquilizadora del doctor resonó en su oficina, le sonrío y miro con esos ojos dorados.
O si, ojos dorados, saben a quien me refiero, estaba en la clínica del mismísimo doctor Cullen, cuando lo vio entrando justo a la clínica, ya que su querida madre lo llevo a tratar sus heridas (causada por el ser del mal), casi le da un mini paro cardiaco pero momentos después recordó que Carlisle Cullen ya trabaja de medico en Illiones, ya que el trato la gripa española en sus inicios y fue el mismo que atendió a los Masen.
"La gripa española... no falta mucho" recordó como es que se había convertido Edward, y el como después de convertirse no tendría ni a su odioso padre ni a su querida madre...
Ese pensamiento le puso triste verdaderamente, y creo que lo reflejo por que el Doctor Cullen le trato el vendaje con mas cuidado y le dio palabras de aliento.
—Descuida Edward, será temporal, cuando menos lo notes ya estarás curado ¿si?— definitivamente me flecho este hombre.
"Con razón no eres humano, eres perfecto en todo tu esplendor"
Omitiendo su pensamiento, cambio su cara asintió con un poco mas de alegría reflejada, la cual logro convencer y le sonrío ampliamente.
"Sígueme sonriendo que me bendices com tu sonrisacada segundo que pasa"
—Esta bien Doctor Cullen –
—Por favor, dime Carlisle ¿ya que nos veremos seguido no? — el sabe cosas wey, Carlisle soltó una leve risita – me refiero por el vendaje Edward—.
Creo que a de ver visto mi cara de confundido, pero que bueno que me lo aclara si no pensaría que ahora Carlisle tiene un don y es ver el futuro.
"Que crazy la cosa"
— Muchas gracias Doctor Cullen, se que a de ver sido complicado atendernos estando ocupado— dijo su madre con una sonrisa avergonzada.
"awwww mi madre esta chibeada"
— Como le dije a su hijo Señorita Masen, dígame Carlisle, y no se preocupe, fue un gusto atenderlos — y ahí estaba esa sonrisa angelical.
— Bien...Entonces ¿nos vemos dentro de unos días para cambiar el yeso? — Dijo su madre hacia el vampiro y este contesto con un "Así es".
—Adiós Doctor Carlisle— se despidió moviendo la mano, y salieron su madre y el de la clínica.
