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𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐋 𝐉𝐄𝐓 𝐏𝐑𝐈𝐕𝐀𝐃𝐎 𝐀𝐓𝐄𝐑𝐑𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 Seattle, que en realidad no fue tanto tiempo a lo mucho fueron 3-4 horas de viaje en el jet y aunque creo que se hicieron menos por la velocidad que va el jet. En fin, al llegar a la pista aterrizaje la familia Cullen bajaron del avión, siendo recibidos por el fresco de la tarde, Edward inhaló sintiendo los distintos olores filtrarse por sus fosas nasales.
"Gasolina, metal, sudor, cítricos, polvo y sangre..." El cobrizo enumeró los olores que llegó a percibir, obviamente pudo sentir más olores, solo que eran más tenues o no encontró palabras para describirlo; describir el ambiente de Seattle.
Los pensamientos de Edward fueron interrumpidos por la voz de Carlisle, el cual los llamó a todos.
— Chicos vengan para acá — cuando Carlisle los llamó, todos los integrantes e incluido Edward se reunieron con Carlisle.
— ¿Si? — dijo rosalie.
— Bien, antes de irnos pueden pasear por Seattle, ¿les parece? — le preguntó a los chicos y estos solo asintieron — ¡Excelente!, nos vemos por la salida de Seattle a las 7 p.m — Dijo Carlisle con una sonrisa.
Los "jovenes" de la familia celebraron un poco, al menos tendrán un poco de tiempo para disfrutar Seattle, aunque bueno, aun así lo harán cuando vivan en Forks, ya que no era tanta la distancia.
—¡Genial!, podremos ver la nueva tienda que abrió— Alice agarro con felicidad el brazo de peli-rubio rizado el cual sonríe leve al ver la emoción de su compañera.
—Claro — le dijo Jasper.
— ¿Estas seguro de venir conmigo? — Alice le preguntó a su compañero, no era algo nuevo de saber que Jas, aun tenia problemas con la sangre.
Edward soltó un bufido, leyó o más bien, capto los pensamientos de Jasper, obviamente no aguantaría pero al parecer el peli-rubio esta dispuesto a acompañar a su hermana sin importar.
"Que extraño es el amor, te haces cosas, raras" Edward hizo una mueca mentalmente y solo les hecho una última ojeada, se va de ahí rápidamente antes de que Alice quiera jalarlo con ellos para unirlo a su compra masiva de ropa.
No quería sufrir de nuevo cargando las miles de ropa y estando ahí en la tienda hasta cerrarse, nope, definitivamente no quiere quedarse con ellos; Así que agarró fuerte su maleta y se fue al centro de la ciudad.
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