( Recomendación: Poner la canción para esta escena)
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𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐙 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐔𝐆𝐀𝐃𝐀 𝐀𝐋𝐔𝐌𝐁𝐑𝐎 al colegio CIS, traspasando su luz por sus grandes ventanales haciendo que la escuela recobrara vida después de una fría noche; aún era temprano para que todos los alumnos estén, pero aun así estaban los que siempre llegaban temprano, aquellos que disfrutaban del silencio y la tranquilidad que pocas veces tenia el Colegio, por que siempre se encontraba repleto de adolescentes alborotados.
Los tenues cantos de los pajaritos madrugadores cantaron a la par de una exquisita melodía que empezaba con una pieza clásica musical, la delicadeza y la rapidez en lo que los dedos se movían por las teclas del viejo piano de cola hacían cautivar al que lo viera, con su postura recta y elegante cual profesional pero su rostro se reflejaba que estaba afectado por la melodía delicada y melancólica, sus ojos verdosos siendo cubiertos por sus párpados que estaban acompañados por sus largas pestañas que se movían con la nota más triste que podría tocar, sus cejas rectas se juntaron casi dando un reflejo de estar enojado, pero no, estaba concentrado, tan concentrado en el piano, sintiendo cada nota, escuchando con atención el ritmo que llevaba, tocaba con mas atención la tecla sintiendo el polvo y el plástico en ellos, el lo sintió, sintió como se hizo uno con la pieza, tocándola como si fuera el tesoro, estaba en su éxtasis musical.
Las ultimas notas empezaron a resonar con fuerza y con sensibilidad , sus cejas se arrugaron al sentir como poco a poco la canción se iba acabando y como la emoción, el fulgor en su pecho que estaba prendido por tal acción, así que con tristeza reflejada toco las ultimas notas dandole fin al a aquella canción que hacia que su cuerpo se moviera como ningún otra canción a logrado, ni siquiera las del futuro, no había canción que presentara esos acordes armónicos delicados que expresaban emociones tristeza, melancolía y algo mas que la hacía exquisita.
Antes de pensar otra cosa mas, unos aplausos sonaron en todo el salón sobresaltando al pobre de Edward y este abrió los ojos espantado, se dirigió hacia el intruso y se encontró con la mirada plateada de su mejor amigos.
"Dios mío casi me mata del susto"
— Jesus, casi me matas del susto — le dice a su amigo y este sonríe.
— En primera no soy Jesus soy Richard, guapo, alto, millonario y para tu buena suerte tu amigo — Richard sonríe con narcisismo sentándose al lado de Edward y este solo rueda los ojos por las palabras de sus amigos.
— Bájale a tu ego — le d aun leve empujón — ahora si, ¿Que haces aquí tan temprano? No eres de los que llegan temprano — pregunta extrañado.
A diferencia de Edward que era alguien muy, muy puntual, Richard era alguien impuntual llegando tarde a las primeras clases e incluso a las otras clases por quedarse afuera en la escuela paseando por los pasillos.
