Sempiterno

3.

Habían pasado cinco años desde que se mudo junto a su familia, mis padres no dijeron nada incluso mi hermana, podría haberlo confundido, podría ser una pareja que al mezclar sus aromas pudieran oler a café, sabía que era estúpido pero él no podía estar aquí.

-Ey Joshua-

-¿Qué?-

-¿Estas bien?- asentí -Seguro-

-Si Santiago, anoche me desvele viendo una película, tengo un poco de sueño- asintió -Iré al baño-

Entre al baño, me eche un poco de agua en la cara, me metí en un baño

Sabes si la familia de Monse regresaron
Envíe el mensaje

Gaga: No lo sé, mamá no dijo nada y Viri no me dijo nada tampoco, ¿Porqué?

Solo me entró curiosidad

Gaga: OK

Entonces fue mi imaginación, así que seguiría con mi vida como lo he hecho;
Cuando me enteré que se mudarían de estado me puse triste, ya no lo vería más, ya no hablamos pero por lo menos lo veo sin que se de cuenta, fue mi mejor amigo y el sentimiento no se va de un día a otro

Ese día llegaron a mi casa para despedirse no podía verlo, me rehusaba a que fuera la última vez, cuando abrazo a Gaby lo vi, tenía un suéter azul, un pans gris y esos tenis viejos que nunca se quitaba, me despedí de su familia excepto de él

-Bueno es hora de irse- dijo su madre y sentí que lloraría, mi familia lo acompaño a la salida, fui por un vaso de agua no podía llorar, fue su culpa el que peleáramos ya pasó dos meses y nunca se disculpo, así que nuestra amistad no le importo, al salir de la cocina estaba ahí en la sala apretando algo en su mano, sus ojos avellana me miraban pero solo fue un instante porque se giro para irse.

Quería subir a mi habitación pero mis pies no reaccionaba, se giro y vino a mi sorprendiéndome su abrazo quedándome en shock, su abrazo era fuerte

-Última vez- fue cuando reaccione y lo abracé, inhalaba lo más que podía su aroma, lo iba a extrañar, a pesar de no hablarnos, podía verlo y olerlo cuando venía a casa o yo a la de él, ya que nuestras familias son muy unidos, no queríamos que por nuestra pelea nuestras familias se distanciaran como nosotros, nuestros cuerpos estaban pegados, al separarnos él solo me miraba creí que diría algo pero solo tomo mi mano y dejo algo en ella, mire como se iba, apreté mi mano y subí a mi habitación, las lágrimas salían, mire mi mano, me había dejado su ficha de la suerte, él nunca se separaba de ella

-Estúpido- la guarde en la caja de mis pertenencias más preciadas, ese día sentí mi corazón quebrarse aun mas que el día de la pelea

Salí del baño chocando contra alguien -Lo sien…- mis palabras se esfumaron, sin levantar la mirada podía saber que era él, olía a él

-Fue mi culpa- quise alejarme pero mis collares se habían enredado con los suyos

-Mierda- me moví

-Espera, los enredadas más- hice caso omiso, debía irme -Sigues siendo tan terco, quédate quieto-

-¿Terco?- que se creía para decirme que hacer, levante la vista, era alto eso no me haría sentir pequeño, pero no dije nada, volví a mirar los ojos avellanas, no se cuanto tiempo paso pero se me hizo eterno no movía mis ojos de los suyos, hasta que alguien entró

-Lo arreglare- tomo los collares

-Yo también puedo hacerlo- bajo las manos, dejándome desenredarlo no entendía porque ya que siempre protestaba, empecé a desenredarlo, tenía dos cadenas, no eran tan gruesas ni tan delgadas -Listo- pero ninguno se movió, seguía observando me, me ajuste las correas de mi mochila y pase a un lado

-Ammm Joshua- me detuve y gire, hace mucho tiempo que no lo escuchaba decir mi nombre -¿Sabes donde es el salón de Artes?- asentí, Helen estaba en esa clase

-Es en el tercer edificio-

-¿Me puedes mostrar?, por favor-

-¿No entraras al baño?-

-Depende, ¿Me esperaras?- asentí -Salgo rápido- cuando entro a un baño, salí del lugar, necesitaba aire, nunca pensé volverlo a encontrar y menos tenerlo demasiado cerca, era la misma cara solo que más definido sus rasgos, claramente se podía observar que hacia ejercicio, su cabello era más largo que como lo recordaba, obviamente iba a cambiar de apariencia ya no era aquel niño de 15 años

-Pensé que te habías ido-

-No, me entró una llamada- asintió -Bueno te muestro- caminamos hacia el salón sin decir ninguna palabra -Es este-

-Gracias- iba a decir algo cuando Helen salió

-Josh ¿Qué haces aquí?-

-Vine a mostrarle el salón de clases- se sorprendió al verlo

-Eres nuevo, tu me has preguntado por Orientación-

-Ese soy yo-

-¿Se conocen?- pregunto Helen

-Me tengo que ir, comenzarán mis clases-

-Claro, nos vemos en el almuerzo- asentí

-Ammm, gracias-

-De nada- me di la vuelta y fui directo a mi salón, tenía que sentarme, aun no llegaba el maestro de diseño de modas, mi celular vibro

Gaga: Los Rymer volvieron, Viri me mando mensaje

Lo se ahora, me encontré con el menor de los Rymer, le enviaría eso pero lo borre

Mamá estará muy contenta con volver a tener a Monse cerca

-Buenos días- llego el maestro, en verdad amaba mis materias pero ahora mi cabeza no podía estar concentrada

-Joshua, me puedes prestar la cinta métrica-

-Claro- le pase la cinta a Julia, me caía bien, no éramos muy amigos, ella tenía los suyos pero ninguno tomó esta clase así como Helen y Santiago que escogieron otras, así que hacemos buena mancuerna en clase -¿Te pasa algo?- midió lo largo que seria su falda -Te siento un poco distraído, como si estuvieras en la luna….es raro en ti, ya que te gusta esta materia- escribió las medidas

-Solo recordaba algo que pasó hace mucho tiempo, solo eso-

Termino mi clase de diseño de modas, salí al almuerzo, fui directo a la cafetería pero estaba muy llena, mejor me senté en la banca que siempre nos sentábamos

-Hola de nuevo- Helen llego con una hamburguesa con papas y un refresco

-

Hola- le sonreí pero no duro mucho

-Eitan comerá con nosotros- asentí, Helen siempre se sentaba a un lado mío pero ahora decidió sentarse enfrente -¿Sabías que Eitan es mejor amigo del loco de Jair?- claro que lo sabía, Jair ocupo mi lugar -En verdad Jair me cae muy bien pero no te estresa habla como perico-

-Creo que la distancia era de ayuda-

-Siéntate- aún estaba parado, no me había dado cuenta, iba a tomar asiento a lado de Helen pero llego Santiago y ese era su sitio habitual

-¿Porqué te sentaste aquí?, me extrañas te las vacaciones-

-Sueñas- Eitan tomo asiento a mi lado aunque lo más lejos que pudo de mi, Santiago tenía un sándwich de jamón y él uno de ensalada de pollo con media orden de papas fritas

-No comerás algo-

-Robare de tus papas- Helen toco su pecho

-Solo porque te quiero dejaré que lo hagas-

-¿Quieres un pedazo de sándwich?- me ofreció Santiaho pero negué

-Gracias-