Entonces, ¿ese era el plan? ° One-Shot BakuTodo/TodoBaku

Capítulo Único.

Shoto era un príncipe que realmente no deseaba el trono y aún cuando su padre sufriera una muerte corta y sin dolor o una muerte larga y dolorosa no asumiría el trono. Sus otros tres hermanos podrían tomar el trono por ser mayores que él, aún así deseaba ver a su padre en la tumba, ver la cara de alivio en su madre y en sus hermanos era algo que anhelaba cada noche.

La familia de Shoto eran los Todoroki, su reino era uno de los que más generaban monedas en todo el territorio, aunque no eran una “familia” muy linda que se dijera.

Tenían un defecto muy grande, uno que muchos ignoraban; incluso los reyes de los demás reinos lo hacían. El rey Todoroki era demasiado violento, quería sin excepción que uno de sus hijos fuese perfecto, lo cual después de varios años lo logró, Shoto Todoroki era la perfección para Enji. 

Un príncipe “perfecto”, con muchas habilidades que se podían elogiar y muchos dotes de inteligencia que le servirían para el reino. Aunque Shoto no quisiese el reino el rey Enji planeaba colocar como heredero directo a Shoto aunque sus hermanos estuviesen primero. 

El hijo menor, Shoto, pensaba que si su padre llegase a hacer eso él daría legalmente el trono a alguno de sus hermanos, renunciando rotundamente al reino. Sabía que si hacía eso alguno de sus hermanos aceptaría y que cualquiera de ellos menos Touya estaba totalmente preparado, su hermana Fuyumi era inteligente y habilidosa en el campo político a excepción de su hermano Touya que era un desastre y quería destruir todo lo que se le atravesase, su hermano Natsuo era muy bueno y excepcional en el campo militar y junto a Touya hacían gran equipo siempre.

Tal vez sería lo mejor, Shoto era demasiado bueno en todo pero era bueno hallando las cualidades de cada persona y podría colocar en cada puesto a alguien que en verdad supiera manejarlo, no como su padre que colocaba a cualquier imbécil sin ningún conocimiento del tema a trabajar de militar o de maestro.

-“Tal vez sería mejor rey que él…”- fue lo que leyó su hermana Fuyumi en una de las hojas del cuaderno sobre el escritorio de Shoto.

Ella había entrado a buscarlo ya que no había bajado a desayunar con su familia como hacía todos los días, se había preocupado y quería saber si solo se había quedado dormido o si se encontraba enfermo.

Al final se llevó una sorpresa de verlo acostado sobre sus brazos en el escritorio, parecía que se había dormido muy tarde y también que había estado escribiendo demasiado sobre “ese tema”.

Fuyumi suspiró y sonrió levemente para luego acariciarle el cabello a Shoto, luego le dió un  beso en la frente y se sentó a leer todo lo que había escrito.

-Parece ser buena idea, pero ¿por qué tiene que ser el día de tu cumpleaños número 18?- lo dijo en voz alta cerrando el cuaderno y colocándolo exactamente en el escritorio de su hermano menor.

Unos pocos minutos después de esperar a que despertara por fin lo hizo, levantó su cabeza y estiró los brazos en un sonoro bostezo. Saludó a su hermana y la siguió hasta el comedor, allí solo esperaban su madre y hermanos, su padre como hacía siempre se iba sin esperar a que los demás terminarán, algo muy grosero de su parte pero no le importaba realmente.

Fuyumi no sacó a la conversación lo que había leído porque siempre le gustaba charlar solo con su hermano Shoto, prefería que estuviese en secreto y que funcionase de verdad el plan que su hermano tenía bajo la manga. Tal vez era mucho llegar a ese extremo pero el razonamiento que tenía Shoto sobre quién tendría la corona después de la muerte de su padre, el rey Enji, era realmente razonable y realista después de todo.

Hablaron poco como hacían siempre y se dirigieron todos a lugares contrarios, Touya y Natsuo a observar al ejército militar, y capas que desafiar a algún soldado para practicar, mientras que Fuyumi se iba detrás de su madre para conversar sobre algunas cosas políticas del reino. Shoto como siempre se dirigía solo a la biblioteca, no era que no le gustase pasar tiempo con sus hermanos pero ellos tenían una cosa sola en la que concentrarse mientras que él intentaba ser bueno en todo sin fallar ni cometer un error a la hora de tener que tomar decisiones que le colocaba su padre.