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Lee sale un poco de mal humor de su habitación y rápidamente se dirige a las escaleras para bajar.
— pues si Lee salió intacto puedes pasar, pero no bajes la guardia - la pequeña rubia entrecierra los ojos para luego dar un vistazo rápido a la habitación que se encontraba al frente de nosotras y retirarse.
A pesar de estar entreabierta la puerta decido tocar.
— pase - escuchó decir al pelinegro, que al notar mi presencia inmediatamente se sienta en el borde de la cama
— hola García - las palabras salen de mi boca evitando pensar en lo sucedido en la comida - mandaste a llamarme por otra de tus apuestas o para volver a evitar decir la verdad - reaccionó sarcástica al notar la mirada fija del chico en mi.
— ni la una, ni la otra, quería disculparme luego de lo sucedido, como tú dices tomando en cuenta que te busqué y no se me pasó admitirte la verdad sea - su tono de arrepentimiento lo noté de inmediato pero no lo perdonaría tan fácilmente.
Ladeó un poco la cabeza antes de contestar — pues no acepto tú disculpa García, entiendo tú arrepentimiento pero me tuviste al frente en la mañana y no pudiste admitir tan siquiera que eras parte de lo sucedido.
— sea enserio lo siento, simplemente no fui lo suficientemente valiente para admitirlo - un hombre confesando su cobardía, wow creo que es es suficiente.
Suspiró levemente sentándome a su lado.
— no es necesario explicar que me molesto, ya que lo tienes más que claro, así que te perdono - el chico tomaría la palabra pero interrumpo para finalizar - duerme con un ojo abierto Isaac, debes esperar mi venganza.
— claro rubia a ver de qué eres capaz - responde sarcásticamente - si superas esto serás la chica - extrañamente esas palabras causaron una extraña sensación en el interior de la chica, a lo cual, está se pone de pie nuevamente.
— claro García y si me ganas cabalgando serás él chico - ruedo los ojos divertida, causando.
— pues acepto la oferta Señorita Liara
— y yo acepto la tuya Isaac, debo irme - le digo al recibir un mensaje de mi madre diciendo que ya estaba en el auto.
— adiós,my sea
— elimina el my, García aún no me has vencido - le recuerdo, para salir de la habitación.
...
— ósea que esos chicos te hicieron eso y yo ni enterada, lo siento cariño, como pensé que te irías con ellos aproveché para salir a hacer la compra - preocupada dice mí abuela.
— mamá no es para tanto, además ya hablamos con Katherine y el chico ya se disculpó con ara.
— es cierto velita, no necesito nada más, el chico pagaría el tinte pero no le veo sentido.
