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-Señor, ya llegó la fisioterapeuta de Chloe- una de las 4 mujeres que trabajaban en la casa de los Kaulitz entró al despacho de Tom después de dar dos toques y que este la autorizara anunciando la llegada de Lauren, la fisioterapeuta.
-Que la atienda su enfermera, estoy muy ocupado- respondió Tom sin apartar la vista de su ordenador.
-La señorita Marian renunció esta mañana- Tom dejó de escribir en el teclado de su ordenador y cerró los ojos y suspiró fuertemente.
-¿Como que renunció?- dijo en un tono duro, mientras abría los ojos pero aún no los apartaba del ordenador- ¿por que nadie me informó?- espetó furioso, y esta vez dirigió su mirada a Clarissa, la mujer que se encontraba en la puerta. Clarissa se sintió intimidada ante la mirada furiosa de su jefe.
-¿Donde está Bill? ¿Ya lo sabe?- Tom se puso de pie y se acercó a la puerta mientras que Clarissa se hacía a un lado.
-Esta en su habitación y si lo sabe ya señor, pero literalmente Marian solo dejo un escrito- decía Clarissa detrás de Tom, quien había tomado camino buscando a su hermano gemelo, ignoró a Clarissa, subió las escaleras y se adentró a la habitación de Bill, quien se encontraba arreglándose el cabello frente al espejo.
-¿Por qué mierda no me informaste que Marian renunció?- Bill se giró a su hermano y soltó una risa.
-Te avise, entre a tu despacho y tu respuesta fue "solo busca a otra y déjame tranquilo"- dijo Bill con obviedad y Tom se masajeo la sien con sus dedos mientras suspiraba- estas tan metido en los negocios que ni atención pones Tom- Bill se acercó tocando su hombro- regresa a tu despacho, yo atenderé a Lauren- lo tomo de sus hombros haciéndolo girar- Clarissa no debió ir a molestarte, ya hablaré con ella- Tom no dijo nada y se regresó a su despacho.

-¿Que demonios me pasa? Debo relajarme un poco- pensó Tom mientras se dejaba caer en su asiento frente a su escritorio.

Después de unas dos horas, Bill entró al despacho de Tom sin tocar, cosa que a Tom no le molestaba, sus hermanos eran los únicos que podían entrar sin tocar la puerta.
Tom se encontraba sentado bebiendo una copa de whisky y Bill se sentó frente a él.
-Con Marian es la tercera enfermera que nos deja botado el trabajo en un mes- dijo Bill soltando un bufido.
-No sé qué esperas que haga, son unas mal agradecidas- Bill lo miro por unos segundos fijamente y después negó con la cabeza- ¿Que esperas que haga Bill? Se les paga bien, son libres de andar por la casa y ni así duran- soltó Tom fastidiado.
-Pero no les das buen trato, tienes que cambiar tu manera de ser, de nada sirve que los demás seamos amables con ellas si tú eres el gruñón, tú por ser la cabeza de todo esto deberías ser más accesible, amable, no un gruñón que absolutamente todos y todo le molesta-
-Tú y Chloe no me molestan- dijo Tom interrumpiendo a Bill.
-Cómo sea Tom, hoy vendrán dos chicas a una entrevista- Tom iba a hablar pero Bill no lo dejó- esta vez estarás presente y no está a discusión- Bill no dijo más y se puso de pie para marcharse.

Bill siempre se había encargado de entrevistar a todas las chicas que iban por el trabajo para cuidar a Chloe, a Tom no le gustaba mucho hacer entrevistas, pero esta vez sería diferente y estaría presente.

-Hola ogro- entro Chloe al despacho de Tom, este se puso de pie y le sonrió a su hermana menor quien batallaba un poco para entrar con su silla de ruedas.
-Hola- le sonrió mientras la acomodaba frente al sofá para así él sentarse.
-¿Estás listo? Bibi me dijo que tú también entrevistarás a mi próxima enfermera/cuidadora- Tom suspiró y se dejó caer en el respaldo del sofá.
-Si, supongo que si- Chloe sonrió y dio pequeños aplausos.
-Bien, vendrán en dos horas- Tom asintió- ¿Me llevas al jardín?- preguntó inocente y alegre.
-Chloe...-
-Tom, por favor, no puedes estar encerrado siempre- menciono su hermana, ya que no solía pasar mucho tiempo en el jardín, para Tom era puro trabajo y más trabajo.
-Bien, como sea- este se puso de pie y empezó a guiar a su hermana fuera de su despacho y al jardín.

Después de un rato, que Chloe jugará con sam, su perro aventándole la pelota para que se la trajera de vuelta, se apareció Amy, otra de las mujeres que trabajan en la casa de los Kaulitz.

-Señor, una de las chicas que vienen a entrevista con ustedes ya esta aquí- Tom giró su cabeza hacia Amy apartando la vista del teléfono y se puso de pie.
-Voy en un momento ¿Y Bill?- dijo acercándose a su hermana para llevarla adentro de nuevo.
-Lo está esperando con aquella chica en su despacho- Tom asintió y comenzó a empujar a su hermana.
-Eh Tom, ve, estaré bien, quiero estar otro rato con sam- Tom se detuvo.
-De acuerdo, Amy por favor te dejo al pendiente de Chloe ¿ok?- Esta solo asintió- Si necesitas algo dile a Amy, espero no tardemos- Chloe rodo los ojos mientras sonreía y solo asintió.

Tom se adentró a paso rápido, y se dirigió a su despacho.
Al entrar vio a una chica de cabello corto, rubia y de ojos azules. La miró indiferente y Bill se puso de pie al igual que la chica.

-Tom Kaulitz- estrechó su mano con aquella chica.
-Anastasia Brown- se sentaron de nuevo y comenzaron con la entrevista.

Pasado un rato le dieron las gracias a la chica y quedaron en llamarla, aun tenían una entrevista más.

-Me gusta, la experiencia que tiene nos sirve- dijo Bill cuando Anastasia se retiró.
-Si, creo que si- suspiró Tom.
-En unos minutos debería llegar...- Bill revisó una pequeña agenda que tenía en sus manos- Grace Jacobs, tiene 24 años- Tom lo miró rápidamente- es la más joven que se ha presentado-.
Anastasia tenía 28 años y normalmente todas las chicas que habían tomado el puesto, iban entre los 27 y 29 años.
-Si, lo es- fue lo único que dijo Tom antes de que Clarissa hiciera pasar a Grace en el despacho. Bill inmediatamente se puso de pie y le sonrió a Grace quien amablemente le regresó la sonrisa.
-Bill Kaulitz- le estrechó su mano.
-Grace Jacobs- Tom se le quedó mirando y ni siquiera se había puesto de pie.
-Tom...- dijo Bill en un susurro y este no reaccionó- disculpa, él es mi hermano, Tom Kaulitz- Tom reaccionó y se puso de pie, Grace le estrechó su mano y este la aceptó.
-Un gusto señorita- fue lo único que dijo Tom.

La reacción de Tom al ver a Grace fue de asombro al ver una chica tan linda entrar a su despacho, ninguna chica que había trabajado en ese puesto lo había cautivado como lo hizo Grace.

Ese cruce de miradas fue el más grande deja vu que había sentido Tom, hace un año y medio que ninguna otra lo habría logrado cautivar como Grace Jacobs.

𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐠𝐞 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora