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Luego de calmarse un poco, logró comprender de lo increíblemente masoquista que era.

Luego de que Kochou lo dejara solo puso reflexionar sobre su relación y lo mucho que lo estaba matando mentalmente. Dio un suspiro mientras sus orbes de llenaban de lágrimas.Se sentía muy culpable de sus actos, desde que era un niño, pensó que había matado a toda su familia.

Luego de un par de minutos pudo recomponerse y aceptar su realidad. Una de las pequeñas niñas mariposa, Naho, ingreso al cuarto con unas cremas que le dejo Kocho a Obanai.
- La señorita Shinobu le dejo estas cremas las cuales se debe aplicar al menos dos veces a la semana en sus heridas, ¡aquí se las dejo Iguro-sama!

Se retiro del lugar para que pueda vestirse.Este se levantó para proceder a vestirse e irse del lugar a buscar a Tomioka con el cual era el primero que debía arreglar las cosas.Pues el lo llevó hasta la finca mariposa
-- Encerio me odio a mi mismo, debería hablar con Kanroji y disculparme con Tomioka, el no se merecía todo lo que le dije...

Mientras eso pensaba, paso por un puesto de dangos comprando unos cuantos para dárselos a Tomioka como disculpas.

Un rato más tarde

- Mierda, ¿donde esta ese maldito de Tomioka? - Bufo con enojo al darse cuenta que no sería fácil encontrarlo.
Dio la vuelta directo a una zona rústica de la ciudad.

Dio un par de pasos antes de sentir que alguien lo estaba observando. Unas gotas de sudor salieron de su frente por los nervios hasta que sintió una fría voz detrás de su espalda.

- Obanai ¿como te encuentras?...

El azabache trago saliva y lo vio, al alto de ojos azules impregnados en el.
- Mierda, aquí esta. Tengo que admitirlo, me atemoriza un poco. - No despegaban sus miradas haciendo que se vuelva incomodo el ambiente.

- Me encuentro bastante bien, gracias por preguntar... Tomioka, tengo q-...que decirte algo.. - Tomioka solo lo miro esperándolo.
A Obanai se le seco la garganta por el simple hecho de que le daba vergüenza decirlo.
Dio un suspiro y comenzó a hablar.

- Encerio lamento todo lo que te dije, se que te e hecho sentir mal y me siento fatal. Gracias por haberme rescatado de ella. - Se acerco lentamente a él haciendo que Giyuu lo viera extrañado. Si de por sí ya era raro que se haya disculpado, más raro era el hecho de que se acercara tanto.

Obanai se agachó y le entregó una cajita con tres mitarashi dangos. Giyuu los acepto y en el momento que Obanai se levanto, lo vio de otra manera. De cierta forma, se veía mucho más atractivo.

Sus ojos chocaron con los del bicolor el cual esperaba alguna respuesta de Giyuu.
El ojiazul se acerco lentamente y le dio unas palmaditas en su cabeza demostrando que no tenía rencor alguno.
Obanai no pudo contenerse más y le dio un abrazo el cual, sorprendentemente, Giyuu lo acepto con naturalidad.

Mares de Lágrimas [Giyuuoba] #2 (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora