𝟎𝟓

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Nido de serpientes.

El departamento estaba en completo silencio, no tenía idea de qué hora era. Chan había llegado a eso de las once de la mañana y se había ido apenas unos minutos después, había pasado bastante tiempo desde que eso ocurrió. No iba a esperarlo hasta la noche, se había llevado su cargador y una mochila, claro que no volvería ese día, eso pensaba.

 Revisó su celular, creyendo que tal vez tendría un mensaje o alguna llamada, pero nada, exceptuando lo que había ocurrido dos noches atrás, cuando Minho había decidido llamarlo, lo cual era extraño, porque la mayoría del tiempo, él era quien lo llamaba o buscaba hablar y pasar el tiempo con él de alguna manera, porque sabía que le molestaría. Lo raro de que Lee Minho le llamara, era que nunca era para algo bueno, o estaba borracho, Jeongin estaba seguro de que no podría estar borracho en cuanto escuchó su voz.

 «¿Qué haces despierto a esta hora?» había preguntado. Claro que no estaba preocupado por él, no tenía nada de lo qué preocuparse, era Yang Jeongin después de todo, lo único por lo que debía preocuparse era por no hacer enfadar de más a su hermano mayor.

 «¿En serio tomaste coca, eres imbécil?» ¿Estaba preocupado por él? ¿Por qué le había preguntado eso, qué quería saber?

 «¿Estamos en secundaria otra vez?, ¿ya somos amiguitos de vuelta? ¿Nos vamos a contar todos nuestros problemas y hacernos pulseritas?».

 Tal vez Minho había pasado página de todo lo que había sucedido, estaba dispuesto a hablar bien con él y tratar de reconstruir lo que, Minho aseguraba, él había destruido. Y lo único que había hecho era comportarse como quien no quiere la cosa, ignorante de las oportunidades que otra gente le brindaba. Otra vez.

 «Espero que no, nunca me gustaron las que le hacías».

 No sabía por qué, pero la voz de Minho y su risa seguía resonando en su cabeza. Hacía tiempo que no lo había escuchado reír, no cerca suyo, y no había sido una risa fingida o condescendiente como la que siempre hacía cuando estaban juntos, era una risa de verdad. Ambos se estaban riendo, y le dolió el pecho de tan sólo recordar aquello, porque se acordó de las veces que se reían por haberle gastado bromas a su hermano mayor, Jeongbin. Como Yoon también se les unía y luego comenzaban a perseguirlos por toda la casa.

 Jeongin no podía creer que estuviera llorando.

 «¡No tenía idea de que las paredes eran tan finas! Si hubiera sabido no habríamos estado hablando mal de tu primo toda la tarde. Dios mío, me caía muy mal».

 «No ha cambiado mucho tampoco, de hecho, creo que fue preso por robar una tienda de licores. No salió nada en las noticias porque mamá lo obligó a cambiarse el apellido a cambio de sacarlo de la cárcel».

 «Mierda, que familia horrenda tienes, y eso que la mía me dice cosas feas cada mes».

 Bueno, al menos la familia Lee fingía llevarse bien una vez al mes, y cenaban todos juntos, Minho llevaba a Jisung, seguramente, y sus tías se gastaban en decirle cosas desagradables a la cara, pero estaba seguro de que no peleaban, él jamás le contaba cómo habían ido las reuniones, así que no tenía idea. Siempre supuso que no había peleas de gran tamaño, nunca las había con él en medio, a menos que él las empezara.

 La familia Yang, por otro lado, estaba lleno de cobras, ni siquiera víboras, sino cobras. Entre las víboras al menos podría haber alguna inofensiva, que pretendía estar muerta para espantar a los depredadores que les gustaba comerlas cuando su corazón aún latía. Pero entre las cobras no había ninguna que no produjera veneno. Su padre, su madre, su hermano mayor... el único que tal vez se salvaba era su hermano menor, quien se había alejado hacía varios años, apenas cumplió la mayoría de edad, y le había dejado de hablar a toda la familia. Seguramente si alguien se lo cruzaba por la calle ni sabría que era parte de los Yang.

𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒, 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐀𝐒𝐓𝐀𝐑𝐃𝐒 | Chansung/JeonghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora