olvido

- O1 ; volviste

rodrigo estaba entre emocionado y perezoso; hoy era su primer día de cuarto año y sinceramente lo único que le gustaba de la idea era que volvería a ver a sus amigos. si era por el resto de cosas que la vuelta a clases significa, lo mandaba todo a la mierda.

aunque siendose sincero a sí mismo, extrañaba un poco el colegio. a pesar de que el segundo día ya se esté arrepintiendo de sus palabras, se sentía una ausencia cuando todo cambiaba de repente y ya no había una obligación en medio todos los días o un por qué de levantarse temprano.

le hacía falta reirse de todo con todos sentado en un banquito dentro de un aula por horas seguidas. aunque pareciera lo mas básico del mundo, el tiempo pasaba volando de esa manera.

se levantó de la cama como si fuera cassie de euphoria y empezó más motivado de lo normal: yendose a bañar, peinandose, buscando el uniforme más choto que vió en su vida y arreglandolo o combinándolo a su manera; al estilo carrera.

la mochila, más pesada de lo que probablemente esté en el resto del año y con las emociones más activas que de costumbre.

era un buen día y presentía que iba ser así por el resto de tiempo que quedaba de el. lo iba a disfrutar al máximo y sus amigos iban a ser una parte muy grande de aquel disfrute.

agarró su bici y fué directo a la casa de tomas, dónde siempre fué su punto de encuentro para ir juntos directo al colegio en colectivo.

el recorrido fué el mismo, el amanecer el mismo, todo se veía igual y de cierta manera lo vió muy nostálgico al momento.

o tal vez, solamente se dió cuenta de que se quedó encerrado en todas las vacaciones y no tocaba el pasto ni de casualidad.

llegó a una puerta muy conocida y se bajó de la bicicleta, para antes de tocar el timbre, tomar su celular y sacarle una foto al amanecer. porque obvio, siempre aesthetic él.

—¡tomas, abrime o salto la reja! — gritó rodrigo lo suficientemente bajo para que los vecinos no lo escuchen y lo suficientemente alto para que tomas si lo haga.

— shh, hijo de puta, acá estoy. — reía bajito tomas mientras hacía pasar a carrera para que deje su bicicleta y emprendan paso a la parada del colectivo.— los vecinos te llegaban a volver a ver subiendo la reja y eras boleta, y yo no pienso volver a ir hasta la comisaría a explicar que mí amigo es un impaciente porque por una confusión lo denunciaron de intento de robo.

— ey, te queda para la anécdota esa.

ambos rieron y comenzaron con la típica charla de "te acordás cuando", reviviendo momentos históricos tanto como en su amistad, como en la de su grupito.

carrera había olvidado el bien que le hacía tener esas mañanitas con tomas yendo al colegio, sentia que no estaba valorando lo suficiente el año escolar por más de todas las cosas "negativas" que  -para el-  traían.

llegando a la puerta del colegio, ambos se quedaron estáticos viéndola, suspirando, conectando miradas y riéndose para entrar.

— amigo no pensé que un lugar tan de mierda me hiciera sentir cosas tan lindas

— te juro boludo, siento que estoy al borde de llorar.— bromeó carre y continuaron su caminata hasta dar con unas cabelleras azul y marrón claro muy conocidas.

— angiee

— uniii

gritaron al unisono rodrigo y tomas, la verdad que era un momento medio bastante emotivo porque por más de que se hayan visto en casi todas las vacaciones, era lindo sentir nuevamente que se iban a ver todos los días para crear más recuerdos que iban a quedar en sus cabezas para siempre.