One Punch Man | Solo Un Pequeño Descuido Para El Caos

CAPITULO: 6 HORA DE LA AVENTURA COMO AVENTUREROS

En los alrededores de la arena de combate del sexto piso de la gran tumba de Nasarig se desplegaba un bosque con una cantidad de monstruos peligrosos habitando en el lugar.

Se podría decir que nadie podría caminar por el bosque sin sentirse observado por los monstruos que lo habitan, estos monstruos rodeaban los niveles más altos de peligro con habilidades peligrosas que si uno escapara al nuevo mundo, sería el fin de cualquier ejército o reino que lo enfrentarán sin que le hicieran un daño a tomar en cuenta.

Cómo todos los animales vivientes tienen un sensor de peligro estos monstruos no son la excepción, estos tienen un sensor más fuerte que cualquier animal normal.

En el medio del bosque se encuentra una casa de no más que una común y corriente, la casa ensi es de dos pisos con un balcón en  medio del segundo piso decorado con diferentes tipos de plantas que podrían ser considerados un hermoso lugar de descanso, alrededor de esta se encuentra un pequeño huerto que ensi rodea la casa solo dejando un camino que va de la puerta con dirección ala arena de combate(el coliseo).

Las criaturas o monstruos que rodean el bosque no se acercan, ¿porque? simple, sus sensores les dan la alerta de peligro, que el solo el echo de adentrarse al lugar es un viaje sin retorno, pero este día un pequeño punto rojo se podía observar desde las alturas que se encaminaba con dirección a los terrenos de la casa común.

Las criaturas del observaron como este ser se adentraba al territorio más peligroso para ellos, fue un asombro de pura administración, si salía convida la recordarían como uno equiparable al último supremo qué gobernaba Nasarig y era el único que podía salir ileso de la casa que tanto temían acercarse.

La guardiana de los tres primeros pisos e Nasarig se adentraba en bosque del sexto piso con paso firme.

Justo el día anterior se reunieron los guardianes de piso para discutir si podían confiar en los invitados.

Los guardianes de piso tenían la firme decisión de proteger a toda costa al último supremo qué quedaba, por lo tanto idearon planes de contingencia y estrategias de combate por si tuvieran que enfrentarse a los dos invitados de Momonga.

Para Shalltear era algo tonto pensar que Momonga, el supremo gobernante de la muerte trajera un híbrido y un humano a la tumba sin tener todo ya planeado de antemano, por lo que ya habiendo planeado sus pasos desde hace ya mucho tiempo en como estar al lado de Momonga se ofreció como su escolta personal ante los guardianes y la supervisora.

Shalltear era un vampiro de una pequeña estatura que fue creada por Peroroncino el supremo alado con el fin de diezmar a los atacantes ala tumba convirtiéndola la guardiana de piso más fuerte y como toque final, su creador Peroroncino lleno su configuración de todos sus fetiches sexuales que se le ocurrieran y conocía a la perfección, aunque esto último era un problema para Shalltear que por alguna razón no podía controlarse estando solos frente a Momonga, solo con su fuerza de voluntad con guardian retenía sus impulsos, un completo problema que Momonga tendrá que encargarse.

Shalltear se encontraba en un nivel más alto que los demás guardianes de piso con un nivel de 108 bordeando al 109, también contaba con la experiencia en combate a su favor que sin pensarlo más de cinco segundos la aceptaron como escolta y guardia, ella acompañaría a Momonga todo el tiempo para protegerlo.

Con la exitacion de la victoria recorriendo su cuerpo quería gritar de felicidad hasta caer sin fuerzas, reprimió sus emociones y las guardo para cuando se encuentre sola en su habitación, por alguna extraña razón sentía como los más inteligentes Demiurge y Albedo corrían sin rumbo en sus manos, ¿esto.... acaso era el resultado de cuando te esfuerzas demasiado? se pregunto, claro que Shalltear no fue creada con el objetivo de que pensará las cosas pero por el accidente de Momonga decidió esforzarse más, ya en su habitación tomo un pequeño cuaderno en el cual comenzo a tomar notas del día y revisar sus planes.