Las islas hirvientes eran un lugar inhóspito y peligroso, donde el fuego y el azufre dominaban el paisaje. Allí se encontraban dos reinos que llevaban siglos en guerra, disputándose el control de los escasos recursos y el poder mágico.
El reino de los Blight era conocido por sus armas y su tecnología avanzada, que les permitían crear máquinas de guerra y escudos protectores. Su gobernante era el rey Alador, un alfa severo y ambicioso, que tenía dos hijas y un hijo: Amity, una omega dulce y estudiosa, y Emira y Edric, dos alfas gemelos y traviesos. El reino de los clawthorne era famoso por su magia y su conexión con la naturaleza, que les otorgaban habilidades curativas y de transformación.Su gobernante era la reina eda, una alfa bondadosa y valiente, que tenía una hija: Luz, una alfa alegre y aventurera, que soñaba con explorar el mundo y conocer otras culturas
Un día, el rey Alador reunió a sus hijos en el salón real y les comunicó una noticia sorprendente: había llegado a un acuerdo con la reina Eda para poner fin a la guerra. El acuerdo consistía en un compromiso de matrimonio entre su hija menor, la princesa Amity, y la hija única de la reina Eda, la princesa Luz. De esa forma, los dos reinos se unirían en paz y prosperidad
El rey Alador y la reina Odalia se sentaron en sus tronos, con una expresión de superioridad y satisfacción. A su lado, estaba la princesa Amity, con una expresión de nerviosismo y temor. Frente a ellos, estaban los príncipes Edric y Emira, con una expresión de curiosidad y confusión.
Hijos, hemos convocado esta reunión para comunicarles una noticia de suma importancia - dijo el rey Alador con voz grave.
¿De qué se trata, padre? - preguntó Edric con interés.
Se trata de la guerra, Edric. Se trata de la paz - dijo el rey Alador con seriedad.
¿La guerra? ¿La paz? ¿Qué tiene que ver eso con nosotros? - preguntó Emira con extrañeza.
Tiene que ver con Amity, Emira. Tiene que ver con su futuro - dijo el rey Alador con solemnidad.
¿Mi futuro? ¿Qué pasa con mi futuro? - preguntó Amity con miedo.
Amity, hija nuestra, tienes que saber que te queremos y que queremos lo mejor para ti.
Yo también los quiero, padre. Son los mejores padres del mundo. Y yo soy feliz, padre. Soy feliz con ustedes, con Edric, con Emira, con nuestro reino, con nuestra tecnología. Soy feliz con mi vida - dijo Amity abrazándolo con cariño.
Lo sabemos, hija , lo sabemos. Y nosotros también somos felices contigo. Pero a veces, la vida nos pone pruebas, nos hace tomar decisiones difíciles, nos obliga a sacrificar cosas por un bien mayor. A veces, la felicidad tiene un precio - dijo el rey Alador.
¿Qué quieren decir, padre? ¿Qué precio tiene la felicidad? - preguntó Amity con confusión.
Amity, hija nuestra, hoy hemos enviado una carta a la reina Eda, la gobernante de los Clawthorne, el enemigo de nuestro reino. En esa carta, nos propone un acuerdo, un compromiso, una alianza.
Una alianza que pondría fin a la guerra, que traería la paz y la prosperidad a nuestros reinos, que salvaría muchas vidas - dijo el rey Alador con seriedad.
¿Una alianza? ¿Con los Clawthorne? ¿Cómo? ¿Por qué? - preguntó Amity con asombro.
La alianza consiste en un compromiso de matrimonio, entre tú y la princesa Luz, la hija única de la reina Eda. Si te casas con ella, los dos reinos se unirán en paz y armonía, y se acabará el odio y la violencia - dijo el rey Alador con dificultad.
¿Qué? ¿Un compromiso de matrimonio? ¿Con la princesa Luz? ¿Con una Clawthorne? ¿Con una alfa? ¿Están bromeando, padre? - dijo Amity con incredulidad.