La primera hogera: 242 intentos.

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Malenia, la espada de Miquella, hija de la reina Marika la eterna y de su consorte Radagon de la orden dorada, es una semidiosa con la maldición de la putrefacción roja desde su nacimiento, su enfermedad le trajo dificultades como la perdida de un...

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Malenia, la espada de Miquella, hija de la reina Marika la eterna y de su consorte Radagon de la orden dorada, es una semidiosa con la maldición de la putrefacción roja desde su nacimiento, su enfermedad le trajo dificultades como la perdida de un brazo y de la vista, e incluso con todo en contra, ella se convirtió en una guerrera capaz de enfrentarse a cualquiera que se pusiera en su caminó, pero después del secuestro de su hermano, Miquella, perdió su rumbo, así que para mantener su cordura, espera debajo del suelo, en las raíces del árbol hieratico a qué su hermano vuelva o a qué un campeón la rete en batalla.

Ha visto pasar a cientos que buscan gloria o fama cuando se enfrentan a ella, pero ninguno logrando derrotarla, todos aquellos contra los que se enfrentó jamás han vuelto por la revancha, así que desde hace un tiempo ella quedó olvidada por el mundo.

El fracaso es extraño para ella, nunca le han ganado en el campo de batalla, nadie le ha mostrado derrota, así que enfrentará a todo aquel que se atreva a pararse frente suya, su espada te arrebatará tu fuerza vital, ahora es tu alma por la que lucharás, ella es la mutilada, es la cuchilla, es la podrida,
Ella será la excavadora de tu tumba.

Pero todo eso cambiaria un día.

Frente a ella un nuevo retador se paró desafiante, vestido con una armadura de caballero completa y una claymore, esto ya lo había visto miles de veces, un guerrero confiado de que ganará la batalla hasta que la lucha comienza, y como era de esperarse su derrota está asegurada, pero algo peculiar ocurrió, a pesar de que fue aplastado en batalla nunca callo al suelo, eso a ella le parecía curioso, sin embargo conocía que una vez prueban la derrota por su espada jamás volverían por la revancha, ella estaba acostumbrada a eso, durante mucho tiempo estubo sola esperando que alguien le hiciera frente, aún así aquellos a que venció se rendían después de una derrota contra ella y lo daba por hecho en este caso.

No podía estar más equivocada.

Al día siguiente volvió a venir el mismo retador, en todos sus años esperando en las raíces del árbol jamás había visto que alguien volviese después de una derrota a manos de ella, simplemente volvió a tomar su arma y cargo directo contra el, los movimientos del guerrero eran erráticos y muy torpes, al igual que la primera vez ella iba a ganar sin ninguna dificultad y cuando iba acertar el golpe final, aquel guerrero en taparrabos giro hacia su dirección esquivando su golpe, esto a ella la tomo desprevenida, y con esto último de su lado, el guerrero acertó un golpe, ella giro hacia su dirección y por fin derribo a su adversario, el daño que le causó fue insignificante, apenas se podría considerar que la toco, pero logro golpearla.

Solo un semidios fue capaz de dañarla y aún así, ella le ganó a este último, entonces por qué un Tiznado, guerreros que perdieron la gracia del árbol aureo, logro tomarla desapercibida para así acertar un golpe.

Las intrigas inundaban su cabeza, y eso era algo bueno, por primera vez tenía algo que la ayudaba a mantenerse cuerda, concentra, algo que desde la perdida de su hermano la mantenía en el presente.

Un Romance Imputrescible: Una historia de Elden ring.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora