Hijo de Dios

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Capítulo cuatro: Reunidos por fin Primera parte

Descargo de responsabilidad: no tengo nada en ninguna de las series. Sólo un fan haciendo un fic.

AN: ¡Buen día a todos, finalmente está aquí! ¡La parte 6 finalmente está aquí! ¿Qué opinas de la serie hasta ahora? ¿Te gusta? ¿Lo odias? ¿Crees que está bien? De cualquier manera, házmelo saber.

Quería publicar este capítulo el mismo día en que se publicó, pero desafortunadamente no pude terminarlo para entonces, pero que salga no es lo único que importa.

Gracias a todos por sus amables reseñas, seguidores y favoritos. Me hace muy feliz verlos a todos disfrutando de esta serie. También sé que algunos de ustedes se han estado preguntando qué ha estado haciendo Naruto y dónde está. Bueno, no revelaré nada, pero definitivamente lo verán en este capítulo.

Muy bien, ya basta de divagar por mi parte, si quieres unirte al discordia de Aizenthegoat aquí está el enlace.

Es una sensación extraña conseguir lo que quieres después de nada más que mala suerte. Todavía podía sentirlo, una fina capa de piel que separaba sus hilos de su sangre y músculos.

Las vibraciones pintaron una imagen clara, casi como si ella estuviera allí en el auto.

Tan perdida en sus pensamientos, Jolyne se perdió cuando la llamaron por su nombre.

"Cujoh, pon tu trasero en marcha, es tu turno" suspirando la belleza de doble cabello se derritió en la silla del barbero, encontrándolo relajante de una manera extraña o lo habría hecho si no fuera por el zumbido que venía de la base de su cuello.

Los ojos verdes se abrieron de golpe, casi lanzándose fuera de su silla, Jolyne se giró en un ataque de rabia "¡¿Qué diablos?! ¡Dick! ¡No me toques el pelo!"

El peluquero parecía un poco descontento por haber sido insultado pero aun así mantenía un aire de profesionalismo "Señorita, es regla estándar que todos se corten el pelo"

Jolyne entrecerró los ojos, notando que había un mensaje oculto en sus palabras, fue solo cuando vio que él estaba golpeando su cinturón con su dedo, revelando un montón de notas ocultas.

"Tengo que pagarte, ¿eh?"

"Es gratis si quieres afeitarte, pero si quieres cinco pulgadas son cinco dólares, si quieres diez son diez dólares"

"¿Cuánto por no cortarse el pelo?"

"Treinta" Jolyne entregó el dinero con gran desgana, molesta porque ya había gastado más de la mitad pero, de nuevo, casi entró sin nada.

La exdelincuente no tuvo que esperar mucho para ser trasladada. Le regaló a su chaqueta de prisión la insignia GD St cosida en la espalda. Pararse con fuerza en una sola fila con sus compañeros de prisión.

Los guardias los observaban como halcones, con las manos suspendidas junto a sus porras. Esperando ansiosamente cualquier excusa para utilizarlos.

El ruido de los zapatos de cuero contra el suelo resonó por toda la habitación. Un hombre de mediana edad se pavoneaba frente al prisionero, su gran barriga lo guiaba hacia la habitación. "Para aquellos de ustedes que son nuevos, bienvenidos y aquellos que han regresado, bienvenidos de nuevo".

Parecía mirar a cada prisionero con una fuerte mezcla de desdén y disgusto.

"Soy el gerente de la prisión de Green Dolphin Street, Roccobarocco" aclarándose la garganta con un 'Ejem' nasal, miró su portapapeles con interés, asegurándose de memorizar a cada recluso y ponerle un nombre a cada cara "Ahora estoy seguro de que todos ustedes "Estoy muy ansioso por salir e ir a mezclarme con tus compañeros de prisión, pero hay algunas cosas que debes saber".