-¿Cómo fue que llegamos a esto? - Pensaba Utahime con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-- Un día antes --
-¿Entonces... sin rencores, debilucha? - Decía Gojo viendo a una Utahime inusualmente callada en su presencia.
-¿Debilucha? - Repetía nuevamente el adolescente albino sin obtener respuesta.
-Gojo, por una vez cállate y déjame en paz - Decía Utahime levantándose para irse.
Ante tales palabras y seriedad, Gojo solamente se quedó en blanco durante unos segundos. A pesar de que ambos discutieran siempre que se veían, era la primera vez que la miraba tan enojada y... ¿triste?
-Oye Uta... - Trató de pronunciar Gojo, sin embargo, sus palabras cayeron en oídos sordos.
-- A la tarde siguiente --
Tal como dijo el profesor Yaga, tanto Utahime como Gojo estaban ahí, aunque la miko seguía sin siquiera dirigir su mirada hacia Gojo, cosa que lo estaba incomodando un poco.
-Oye, Utahime... - Dijo en voz alta, aunque nuevamente fue ignorado.
Así transcurrieron un par de horas donde ambos estaban limpiando patios, aulas e incluso uno que otro cuarto que desordenaron en su "juego". En todo este momento, Utahime siguió aplicándole la ley del hielo a Gojo, hasta que este, ya completamente desesperado, se acercó a ella y la tomó por los hombros.
-Oye, yo de verdad siento involucrarte en todo esto - Dijo Gojo sinceramente.
-Oh, ¿en serio? ¿El gran Satoru Gojo está arrepentido de uno de sus juegos? - Dijo en un tono burlesco y enojado.
-Esta vez lo digo en ser.. - Trató de decir Gojo.
-¡Tú jamás dices algo en serio! - Dijo Utahime cada vez más exasperada.
En este momento, Gojo se dio cuenta de lo verdaderamente enojada que estaba la miko, así que decidió darle un giro de 180° a su táctica. Puede que no sea la idea más inteligente en esta situación, pero a estas alturas ya no sabía qué más hacer. Rápidamente cambió su mirada e intentó llevar a Utahime contra una pared.
-¿Sabes algo? Realmente me gustas más cuando hablas conmigo... - Decía Gojo colocando sus brazos alrededor de la cabeza de Utahime. - Incluso no puedo evitar verte, tienes unos ojos hermosos... - Alagaba aún más el peliblanco mientras se inclinaba sobre ella.
Ante esto, Utahime sintió que su corazón comenzaba a latir fuertemente. Realmente estaba enojada con Gojo por involucrarla en un castigo que se ganó por idiota (a palabras de Utahime). Sin embargo, no podía evitar ver esos hermosos ojos azules... "Esos ojos como el cielo" que tanto la hacían confundirse en situaciones donde estaba involucrado Gojo.
-¿Pero sabes qué es aún más hermoso?... - Decía Gojo nuevamente mientras se inclinaba sobre el oído de Utahime.
-- Presente --
-¿Cómo fue que llegamos a esto?... - Pensaba Utahime con un ligero sonrojo en sus mejillas.
Pero antes de que pudiera seguir pensando en esas palabras, Gojo dijo algo que nuevamente reanudó la furia de Utahime.
-Mis ojos son más hermosos - Dijo rápidamente antes de alejarse de una furiosa y sonrojada Utahime.
-¡SATORUUUUU! - Gritaba una enojada Utahime saltando sobre él.
Aunque Gojo solo por esta vez, estaba feliz de ver a la "enojona y amargada Utahime" actuar de esa manera. Después de todo, aunque sea por unos momentos, volvió a ser esa joven adolescente de un carácter fuerte, pero lindo que tanto "le fascinaba".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Que considerado el Gojo, incluso se dejaria golpear para que Utahime recupere su humor :)