El salón de clases, iluminado por la luz natural que se filtra a través de las ventanas, destacando los pupitres alineados y las sillas dispuestas en orden. En las paredes, carteles educativos comparten información y color. El murmullo de los estudiantes, el crujir de las sillas y el zumbido distante de las luces crean una sinfonía de la actividad escolar.
En medio de la clase, Yuji sentado en su silla y apoyado en su escritorio, consciente de su tarea olvidada, copia (haciendo ligeros cambios en la misma) rápidamente la tarea de su amigo. La necesidad de ponerse al día se convierte en una prioridad mientras intenta manejar las consecuencias de su descuido en la escuela. La adrenalina del momento sería clave para asegurar su victoria.
En un breve momento de pausa durante la clase, el chico aprovecha para agradecer sinceramente a su amigo. Expresa su gratitud por prestarle la tarea y por el apoyo emocional brindado anteriormente.
-Fushiguro.-Menciono su nombre para poder llamar la atención del pelinegro que se encuentra sentado alado de su pupitre.
-¿que pasa?-La vista del pelinegro se dirige al pelirosa.
-Muchas gracias por prestarme la tarea...y por haberme brindado tu apoyo cuando más lo necesitaba-Lo último lo dijo con cierto grado de vergüenza, después de todo no era común para el hablar sobre sus sentimientos.
-Idiota. No es nada, tu también me has ayudado en otras ocasiones. Para eso están los amigos ¿no? Es mi forma de agradecerte lo-dijo para consecuente voltear hacia otro lado, específicamente hacia su teléfono celular.
-Tambien quiero disculparme por no habértelo dicho antes.-Habló a la vez que copiaba como podía su tarea
-Eso ya no importa, entiendo que no debe ser fácil perder a alguien tan importante en tu vida, no me encuentro en la posición de reclamarte nada. Solo quiero pedirte que la próxima vez que la estés pasando mal o algo te afecte, me lo des a conocer. Puedes confiar en mí. ¿De acuerdo?-
La mirada atenta de Yuji se encontró con la de Megumi. El pelirosa cambio su rostro ligeramente asombrado por una sonrisa enorme, característica singular del mismo.
-¡Si!-
La conexión entre ambos se refuerza, mostrando la importancia de la amistad en momentos tanto académicos como personales. Realmente estaba feliz de haber conocido al pelinegro y de que su amistad haya perdurado por tanto tiempo.
De pronto, una figura de autoridad en el salón, entra con confianza, llevando consigo una presencia que demanda atención. Los estudiantes, al levantarse, reconocen su llegada con un saludo unificado y respetuoso. La atmósfera se impregna de una sensación de orden y disciplina.
-Buenos días profesor Nanami-Hablaron al unisono.
-Buenos días jóvenes-
Nanami, con una breve sonrisa de agradecimiento, comienza la lección del día. El silencio reina en el salón, solo interrumpido por la voz del profesor y el suave sonido de las páginas de los cuadernos siendo hojeadas.
El profesor, después de iniciar la lección, recuerda a los estudiantes la importancia de la tarea asignada. Pide a la clase que entreguen sus trabajos, generando una atmósfera de expectación y actividad mientras los estudiantes buscan en sus carpetas y mochilas para cumplir con la solicitud del profesor. La transición del saludo respetuoso al enfoque en las tareas muestra la versatilidad de la dinámica del aula.
Espero que hayan hecho un esfuerzo por responsabilizarse, y hayan cumplido su obligación como estudiantes de hacer su tarea.-Hablo con una voz firme y estruendosa. Su postura intimidante no hizo más que atemorizar a sus alumnos. Todos ellos sabían que el profesor Nanami era uno de los más estrictos del instituto, la solicitud de la tarea no es solo una formalidad, sino una expectativa clara. Los estudiantes sienten la presión de cumplir con los estándares rigurosos del profesor, lo que añade un nivel de seriedad al ambiente del aula. Aquellos que no cumplirían con susodichos estándares estarían cometiendo suicidio, metafóricamente hablando. Claramente a ese pequeño grupo de individuos se los iba a llevar la verga.
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𝐌𝐨𝐫𝐞 𝐭𝐡𝐚𝐧 𝐰𝐨𝐫𝐝𝐬
RandomAunque sé que nuestras personalidades chocarán como tormentas, cada momento a tu lado es una montaña rusa emocional que prefiero vivir a renunciar a la posibilidad de experimentar la calma de tu presencia en mi caos. Porfavor, permíteme... . 𝙳𝚊𝚛�...