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➽ Ambas recostadas, Dahyun sobre el pecho de la mayor, dormitaban con el atardecer a sus pies.

Luego de charlar un rato y robarse uno que otro beso, Dahyun se había acostado sobre Momo y el cálido sol la había hecho cerrar los ojos poco a poco.

Seguida de la japonesa, que ahora estaba casi que roncando.

—¡Plancha humana!— gritó una voz a sus espaldas, ninguna la oyó hasta que despertaron cuando sintieron el peso de una persona sobre sus cuerpos y sus corazones casi se detienen del susto.

Sana ahora estaba como estrella Dahyun, que a la vez estaba sobre Momo. A los segundos, ya tenían a sus otras dos amigas, una sobre la otra.

—¡Sanake!— reprochó Momo, intentando sacarlas de encima para que no le pasara algo a Dahyun, aunque esta última reía, sin una pizca de queja o dolor.

Una vez todas de pie, Tzuyu se acercó a ellas.

—¡Hola, Unnies! — el formalismo de Tzuyu era pura burla.—¡Vinimos a interrumpir su cita!—movió a Dahyun del lado de su chica, pegándola a sí misma.—¿Qué tal es Momo? ¿Segura que quieres estar aquí? Sabes que puedes correr cuando quieras, yo la distraeré.—usó una falsa preocupación en su tono de voz, pasando sus manos por la frente de la más bajita.

como revisando que todo estuviera bien en ella. Sólo quería molestar a Momo.

—¡Oye, dame a mi novia!

—¡¿Novia?!— tres chicas gritaron, dos se sonrojaron.

—¡Dios, Dahyun, ¿por qué aceptaste eso?!

Momo fulminó con la mirada a Sana mientras se volvía a pegar a su tofu, rodeándola melosa.

—No es mi novia aún, pero lo será pronto.—explicó, besándole la mejilla.

Dahyun la miró con ojitos esperanzados, contentos.

—¡Dios, son unas cursis!—Minatozaki imitó un sonido de arcada y se giró hacia la playa.—Bueno, vamos al agua, ¿no? —preguntó de nueva cuenta.
Antes de que alguna respondiera, Tzuyu salió corriendo con rapidez.

—¡La última en llegar compra helados para todas!

Las demás reaccionaron, corriendo de igual manera.

En mitad de camino Sana ya se había cansado por culpa de sus cortas piernas, así que Jihyo la tomó en brazos y la cargó, apurando su paso. Lo que no contaban era que pronto Momo las alcanzaría, seguida de Dahyun.

—¡Sana, patéala!

Sana lanzó una patada voladora aún en los brazos de su novia, logrando dar con la espalda de Momo como pudo, haciéndola caer de cara contra la arena. Rieron cómplices, viendo como Dahyun se detenia para ayudarla, tratando de ocultar su risita.

Y en cuanto iban a llegar a la meta, un perrito -que no era Ditto- se les atravesó, botándolas a ambas. Momo, en el piso y aún sintiendo los granitos de arena en su boca, no pudo evitar carcajear fuertemente, al igual que Dahyun y Tzuyu, quien ya había llegado a la meta, pero sus escandalosas risas se oían desde allí.

—¡Park Jihyo, eres una idiota!

El minion se había enojado.

Hora de correr.

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poto + luna = dahyun ❥ DahMo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora