Vivir en la Ciudad del Vaticano, asistir a misas oficiadas por el Papa Pablo VI, entrevistas por parte de la prensa italiana e internacional, reuniones del cuerpo cardenal para brindar asesoría al Papa, etc...
Esos eran los deberes de Karol Wojtyla, un cardenal como todos los demás hasta ese momento.
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Este miembro de la congregación encargada de aconsejar al pontífice en turno mostraba la imagen de un hombre muy dedicado a la fe y a su vez buena persona.
Lo que nadie en lo que respecta a la prensa imaginaba era que este hombre no era tan santo como creían...
Él también tenía pensamientos lascivos hacia las mujeres... la iglesia no puede reprimir los sentimientos humanos por sentimientos de culpa o vergüenza como bien dicen.
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- Ahh~ gówno~ mmgh~ - eran los gemidos que soltaba Karol al realizar el acto de masturbación mientras veía la foto sugestiva de una modelo, el polaco llevaba años sin percibir sensaciones tan placenteras... que la iglesia no se cansaba de condenar...
Las contracciones en su abdomen, el sudor que caía por su cara, el placer de usar su propia mano para la satisfacción y el morbo de hacerlo mientras los fieles rechazaban esas conductas lo hacía acercarse cada vez más a su tan ansiado clímax.
El cardenal consiguió llegar hasta su punto máximo para luego correrse sobre la foto que alborotó sus traviesas hormonas.
- No puede ser... soy un pecador... - susurró Karol para sí mismo.
Se arregló la vestimenta religiosa, ordenó y limpió su habitación e inmediatamente se apresuró a retirarse a otro espacio de la Santa Sede para que nadie se percatara de lo que había sucedido.
Pero el polaco no se percató que uno de sus compañeros del cónclave de cardenales lo había estado escuchando y había llegado a espiarlo un momento mientras él realizaba la erótica acción...
- Oh Dios mío... yo lo creía tan puritano y resultó ser así... - murmuró el cardenal Albino Luciani mientras miraba a Karol caminando por el pasillo aparentando que nada sucedió.
Albino se persignó repetidas veces mientras seguía sumamente impactado por acto que vio llevar a cabo a su compañero
- La c-carne es muy tentadora...sí...pero por qué él tenía que hacer eso...? - se preguntaba él en su mente una y otra vez sin hallar respuestas.
