El reloj apuntaba las 8 de la noche en aquella agradable cabaña llena de flora y fauna, en esta se encontraba una hermosa mujer de tez mestiza y ojos bicolor peinando los cabellos del menor de sus hijos, después de haberse dado una larga ducha se encontraba cantándole mientras jugaba con el brotando pequeñas risas de ambos.
- Mamá basta me haces cosquillas - río mostrando sus filosos dientes -
- Perdón hijito, pero mira que bien quedaste...pareces mucho a tu padre..
- ¿De verdad?
- Claro que sí, ahora ve y vístete para dormir ya se está haciendo tarde
El niño asintió y terminó de arreglar sus cosas corriendo al lado de su madre que sonrió dulcemente dejando un beso en su frente acariciando suavemente sus cabellos azules, molesto un poco sus mejillas sacándole un carcajada para después dejarlo ir.
- Buenas noches mami - el niño sonrió y salió corriendo a su habitación, cuánta energía tenía -
La mujer al ver que su hijo ya se había ido limpio una lágrima que se había escurrido caminando a la puerta del lugar, hace un buen rato había sido golpeada pero no decidió abrir...pero ahora simplemente estaba siendo insoportable por lo que se paro quitando uno de los seguros asomándose por la pequeña abertura.
- Veo que te tardaste Xena
La mujer abrió sus ojos de par en par viendo cómo la puerta era forzada abriéndose por completo mostrando a la señora de avanzada edad y lo que se suponía que eran sus guardaespaldas.
- ¿Que se supone que hace aquí señora Adelaida? ¡Fuera de mi casa!
Se levantó del suelo intentándo encararla pero uno de lo hombres la aparto tirándola contra un armario, haciendo que por el tambaleó de este cayeran varias cosas rompiéndose en el procesó.
- Mis sinceras disculpas Xena, pero creo que tú tiempo con mi nieto se ha acabado - golpeó unas tantas veces su reloj haciéndole una seña - Encuentrenlo
Les ordeno aplaudiendo una tantas veces, estos asintieron a la orden comenzando a caminar a los pasillos pero la mujer de pelo blanco no se los permitía volteando a mirar a la señora que solo asintió.
- ¡Es solo un niño!
Grito con desesperación intentando que no se adentrarán en la casa mirando a aquella mujer de aparecía tan elegante y dulce con su vestido rojo al igual que sus ojos...cruel y cínica en el fondo.
- Todos hemos pasado por esto, ¡Tús hijos pasaron por esto! ¡¿Porque querrías evitar esto en este momento?! - la encaró mientras miraba como la tiraban bruscamente a un lado haciéndose paso -