Shy boy|| PJM (+18).

Capítulo 2

El viernes no dormí una mierda pensando en que hacer para que Park Jimin fuera mío.

Yo era experta en esto, más de un chico en la escuela estaba muriendo por un misero segundo de mi atención.

Y yo también estoy muriendo por la atención de un chico que ni la hora me da.

Irónico.

Y mierda escuche como Hyuna decía eso en mi cabeza.

—Irónicoooo -Dice Hyuna con esa voz chillona, asustándome.

La perra me lee la mente.

—Hyuna, irónico es que te guste el chocolate en barra y no en helado -Le dice Eunha, bueno, quizás no me estaba leyendo la mente.

Casi corro a la maldita clase de Biología pero si dejo a las chicas atrás me harán bullying el resto de día, claro, más de lo que lo hacen normalmente.

Tema principal: El virgen tímido de la preparatoria no le presta atención a la perra más popular de la escuela.

Que bueno que esto solo lo saben ellas y nadie más. Entre amigas esta, entre amigas se queda. Nada nunca ha salido de aquí ni saldrá.

Al momento de entrar al aula apenas hay unos pocos alumnos, la profesora aún no ha llegado así que es algo temprano aún y lo sé, solo quería llegar antes, mientras más temprano llegará más podría ver a Park Jimin y apreciar su ternura y elegancia.

—Nos apuro por nada -Soyeon suelta uno de sus comentarios, solo coloco los ojos en blanco.

Me doy cuenta que el amigo fastidioso de Park no está a su lado como siempre así que no dudo en acercarme y sentarme al asiento que esta a su lado, donde normalmente estaría su metiche amigo.

—Hola, ¿Cómo estás? -Mi voz sale lo más suave posible, me comporto tal cual una niña buena cuando estoy con él, mira, hasta revoloteo mis pestañas y todo.

Observo como se tensa en lo que deja su libro y me mira. Dios, que chico tan guapo.

Estoy húmeda, auxilio.

—Hola -Acomoda sus lentes, esa sola acción me pone.

Estoy ovulando, lo siento.

Él carraspea.

—Estoy bien, ¿Y tu? -Es tímido, ni siquiera me mira a los ojos.

Es tierno.

—Ahora perfectamente -Le sonrió pues con él las sonrisas salen solas y naturales.

 Él apenas hace un intento de sonrisa pero las mejillas se le ponen rojas, ahora quiero apachurrarlo. Entonces una idea cruza por mi cabeza.

—¿Tienes fiebre? Estás rojo -Me acerco, invadiendo su espació personal y tocando su frente con la mía, esto lo vi en un anime, esos que ve mi hermano. Se ha puesto como un tomate y sus ojos están sobre los míos a pesar de que los míos solo ven el rojo de sus mejillas, sin mucho más, añado:- Y ardiendo.

Noto como su manzana de adán se mueve. Ha tragado saliva.

Esta nervioso.

Bingo.

—No, estoy bien -Se aleja, tomando distancia entre ambos mientras se tapa el rostro.

—¿Seguro? -Insisto, buscando su mirada, parece asustarse cuando lo veo por que pega un brinquito.

—P...Perfectamente.

El resto de la clase me la pase intentando armar alguna buena conversación con él para conocerlo mejor pero sin éxito.