Un hombre lobo y un humano necesitan ayuda, y Amelia está cansada de su rutina diaria. Así que no tiene nada más que hacer que ayudarles contra el lagarto. Pero ya les había ayudado desde antes sin que ellos lo supieran.
Ella haría cualquier cosa p...
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Stiles había tenido la maravillosa idea de emborracharse con su amigo en medio del bosque, Scott no sabía ni por qué había aceptado, tenía la sospecha de que no podía emborracharse por culpa de ser hombre lobo, pero no quería decepcionar a su amigo.
—Tio ahora no te rayes es solo una chica más... Hay otras chicas en el mar.
Scott suspiró, no podía dejar de pensar en Allison, se supone que lo habían dejado por un tiempo, pero para él cada hora era insufrible.
—Peces en el mar... —le corrigió.
—¿Peces? ¿Por que hablas de peces? No, yo hablo de chicas... Me gustan las chicas, no... Me gusta una chica. —Se quedó con una risa embobado mientras Scott tenía una mueca de asco, ni con Lydia fue así, aunque bueno... Amelia le hizo más caso en un día que ella en toda su vida, además, la castaña le caía bien por lo que le había contado.
—Pensaba que te iban más las pelirrojas...
—No, nada de eso, ahora solo nos gustan las castañas... ¡Te gustan las castañas!
—¿Cómo Amelia? —dijo divertido burlandose de él.
—Si... Espera, ¡¿te gusta Amelia?! —Scott suspiró, el alcohol le había afectado mucho.
—Madre mía...
—Me encanta su pelo castaño... Como sus ojos, esa sonrisa que tiene, su altura de 1'65... Mmm, oye, ¿de que estaba hablando?
Mientras tanto los días pasaban en la casa de Amelia, Derek seguía sin responder y eso la frustraba. No quería ir a su casa, si es que se le podía llamar así a una casa quemada por completo, ni quería arriesgarse a que la descubrieran, menos si es algún Argent quien la descubre.
—Y para las noticias de hoy, todavía no se encuentra al presunto asesino. El sheriff junto a los policías están haciendo lo que pueden. Y nuestra pregunta es, cómo ha podido pasar todo este tema sobre el puma de montaña a Derek Hale?
—¡¿Qué?!
Amelía fue corriendo a la sala, su padre siempre tenía la manía de dejar la televisión encendida.
—Siempre en problemas Hale...
Mientras Amelia no paraba de morderse las uñas nerviosa por lo que salía en la tele, ya sabía por que no le contestaba el teléfono. Era obvio que no era el asesino, es imposible, por favor es Derek, no mataría a adolescentes por que si, al menos que le sacaran de quicio...
Se pasó las manos por la cara mientras cogía el móvil, iba a obligar a que contestara, da igual que estaba haciendo.
Así que después de llamarle como 7 veces le contestó.
—¡Por dios! ¿Qué quieres? No puedo ahora —antes de poder reprocharle hoyó disparos a lo lejos.
