capítulo XIII

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BY BILL

No pude ignorar el estado en el que se encontraba Tom, entro en un trance hace más de cinco minutos, se detuvo frente a una tienda y aunque una señora le dijo que no podía estacionarse ahí el no movió el auto ni un centímetro intente de todo para que saliera de esa burbuja invisible donde se encontraba y lo último funcionó claramente por que sino no seria lo último.

Lo golpeé con lo primero que encontré y esto fue una cajetilla de cigarrillos si hubiera apuntado mejor le hubiera llegado a un ojo ya que no estaba parpadeando.

En cuanto reaccionó se me quedó viendo como si me culpara de algo, aunque si tengo la culpa, le lancé una cajetilla a su cara no me enfadaria si me devolviera aquella acción.

Me preocupo como conducía, tan serio como si el alrededor no existiera, como si quisiera ignorar a el resto del mundo.

- Tom... ¿estás bien? – realmente no esperaba una respuesta suya, es como si le hubiera preguntado al aire.

Deje de insistir y me puse a ver el camino, al parecer Tom estaba yendo en otra dirección pero no diría nada, no conozco esta ciudad así que disfrutaría el trayecto, la ciudad era muy hermosa tenía muchas áreas verdes, era una parte de Stuttgart que no había conocido y quisiera conocer más a fondo, saber su historia el porque de la construcción y demás.

Todo iba tan bien hasta que pude notar que estábamos a unas calles de la casa, en cuanto llegamos Tom se detuvo frente al portón y me hizo una pregunta.

- ¿era cierto Bill?

- ¿a que te refieres Tom? – pregunte de vuelta, no entendí a que venía esa pregunta

- ¿era cierto que no querías verme?

- no te entiendo Tom explicate

- Bill, Bill, Bill... – dijo en un tono que de verdad me hubiera preocupado, en ningún momento volteó a verme tenía la mirada fija en un punto inexistente – ¿por qué no querías verme?

- ¿te refieres a cuando éramos niños verdad? – dije dejándolo de ver, tenía la vista en las calles intentando no recordar  – porque si mal no recuerdo eras tu el que le dijo a mamá... le dijiste que no querías verme Tom

Recordar eso si era desagradable para mi, así que decidí olvidarlo y pasar de página, el hecho de insistir para poder hablar con el cuando claramente Tom no quería hablar conmigo

- Bill, fue Simone la que me dijo a mi y a Jörg que no querías verme, no aceptabas ni  mis llamadas ¿por qué Bill? Solo quería hablar contigo

- Tom lo siento en verdad, pero no fui yo el que decía esas cosas, mamá siempre me decía que habías cambiado bastante y ya ni siquiera querías saber de mi, que me habías olvidado... cuando ella se iba intentaba llamar aquí pero habían cambiado de teléfono supongo no contestaba ni tú ni papá, cuando mamá se daba cuenta que intenté llamar solía regañarme, asi que después de un tiempo dejé de insistir...

- todo es culpa de Simone – dijo refiriéndose a nuestra mamá – Jörg tenía razón, ella se volvió una paranoica

- ¿por qué Tom? ¿ a que te refieres? ¿Que dijo papá?

- ¿ no lo ves Bill ? Intento separarnos, y preguntas ¿por qué? Me sorprende que te haya dejado venir, Jörg decía que ella cambió bastante después de que se separaron, que había dejado de ser una persona amable como lo era cuando se casaron y cuando decidió separarse de él no pensó en lo que nos haría al separarnos.

- pero ¿por qué haría eso? Tom, si vine es porque no iba a dejar que me lo siguiera prohibiendo, pero mamá no cambió, no lo sé Tom para mi sigue siendo como lo era antes

- no lo sé Bill, me hierve la sangre de solo pensar en eso, ¿por qué nos hizo eso? ¿Nos odia acaso?

- ya olvídalo Tom – dije acariciando su nuca – ahora estoy aquí y no me volveré a ir, lo prometo.

Esas palabras que comenzaron y terminaron con todo lo que habíamos logrado, todo lo que tuvimos que pasar, a quien tuvimos que enfrentarnos para permanecer juntos. Eso es lo único que quería y esperaba, solo quería que se quede a mi lado el era lo más preciado que pude llegar a tener. Era mi sueño más anhelado, el era lo que hacia que me levante de la cama por las mañanas. Era lo que hacía que quiera vivir yo viviría, moriría y mataría por el, haría todo eso por mi precioso
Bill.

Tom Kaulitz.

Devil EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora