Enamoramiento

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La vida puede ser realmente una mierda...

Es lo que pensaba un azabache, mientras meditaba recostado en una rama.

¿Cómo pasó todo esto? ¿Por qué cuando logró entender algo?
¿Siempre hay algo que lo complica?

Está vez se preguntaba el joven hacía si mismo, pasando una mano sobre su cabello.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Agarrándose de repente unos mechones y sentándose en la rama.

¿Por qué la vida no puede ser más fácil?

Ahora con sus dos manos y apretando la cabeza.

¿Cuando se complicó mí vida? ¿Nunca seré lo suficiente para una persona? ¿No merezco amar y ser amado también?

- ¿No soy digno? - susurra para si mismo.

- No, no lo eres - afirma de repente una voz.

- ¿Que? - pregunta sobresaltado.

- Dije que no eres digno - dice de nuevo la voz - ¿ Y sabes por qué?

- ¿Por-Por qué? - pregunta tartamudeando - ¿Quién eres? Muéstrate.

Exige esta vez con voz firme mirando a todos lados, aunque solo estába el en ese lugar rodeado de arboles. En eso se oye una risa fúnebre y sarcástica.

- Ja ja ja ja, no lo puedo creer, ja ja ja.

Solo se oía esa espeluznante risa, en aquel tranquilo lugar.

-¿No me reconoces? ¿Que maldita broma es está?

- Te pregunté, ¿Quien eres?

- ¿En serio no me reconoces? - pregunta burlonamente - Después de todo mí amado y querido hijo, es quien me llevo a la muerte.

-¿Ma- Madre?

- Exacto! Por fin, pensé que nunca reconocerías a tu querida madre muerta,es decir, a quien mataste y que no solo con eso basto sino a toda nuestra familia. Espero que la culpa no te mate ja ja ja, como lo hiciste conmigo y toda nuestra familia ja ja ja.

Con su cabeza moviéndose negativamente y agarrándose del árbol.

- No, eso no es verdad - le contesta el joven.

- No, dices pero si fue por tu maldita cobardía que toda nuestra familia fue asesinada - contrataca la voz - Porque no aceptaste tu destino y solo fuiste un cobarde, fue toda tu maldita culpa, y es por eso que eres indigno de ser amado.

Le dice la voz al joven azabache con un tono de voz muy alegremente burlona y cruel.

- Es decir, en verdad pensaste que lo merecías si ni siquiera tenes el derecho para el simplemente soñarlo, un maldito cobarde asesino como tu, no merece ser amado no en el pasado, no en el presente y no en el futuro. Especialmente con ese aspecto tan monstruosamente horrible que conlleva tu persona, aunque siempre lo fuiste, especialmente por tus ojos, lo único que te faltaba ya lo tienes para estar completo. Para ser como esos demonios asesinos y horribles como tu.

Mientras escucha aquellas palabras hirientes hacía su persona, el azabache apoyaba su cabeza contra la corteza del árbol.

- Mientes, siempre mientes no eres más que una mentirosa - responde tembloroso - No te creo, nunca debo creerte - se decía así mismo - Vete, déjame en paz, no me molestes mas.

- Como ya dije un maldito cobarde asesino es lo que eres y que nunca pero nunca merece ser feliz. Nunca, recuerda bien, nunca serás feliz.

- CÁLLATE, HE DICHO QUE TE CALLES!

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