Confidence || Jikook

iii

— ¡Jimin! — Ay Dios. Jungkook saludó como un idiota en la entrada de la escuela. El día ni siquiera había comenzado y el menor ya lo estaba molestando.

— ¿Qué deseas? — Hoseok y Tae observaron la interacción de ambos chicos. No sabían si contener la risa, sobre lo que sostenía Jungkook en sus manos.

— Te traje el desayuno. — La ceja de Jimin se levantó en extrema confusión. ¿No se suponía que la última vez que se vieron este le había dado una paliza?. — Supuse que habíamos empezado con el pie izquier-

Jimin se echó a reír, interrumpiendolo y arrebatando la lonchera de sus grandes manos. — Esto no significa nada. — Entra, con la comida que a Jungkook le tomo demasiado tiempo en preparar, ni siquiera se molesta en notar el rostro de decepción del menor.

— É-el lo siente. — Hoseok siente pena por el pobre chico, que solo quería hacer amigos en la nueva escuela. — Él no habla enserio, simplemente... no le gusta el cambio. — El más joven levanta la vista del suelo para ofrecer la sonrisa más amable que jamás hayas visto.

— ¿Estas seguro? Crei que no le agradaba.

— Si — Hobi le da una palmada en el hombro y hace un gesto hacia el interior. — No te preocupes, pronto se acercará a ti. — Y entran.

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Al parecer Jimin tenía esa cualidad extraña que te hacía querer detenerte de lo que estás haciendo y simplemente observarlo, muchos habían sido víctimas de esto, pero a Jungkook le dolía que él parecía ser el único castigado por ello, no entendía, ¿Que hizo mal? En ningún momento alguien se tomó la molestia de explicarle que pasaba, pero quería solucionarlo.

Lastimosamente todo esto lo hacía sentir extraño... ¿Cómo podría dejar de mirarlo fijamente en el aula o en los pasillos? ¿Cómo no iba a detenerse en el camino de la escuela a su casa, para ver la nube de humo que lo rodeaba como si eso lo hiciera destacar más? ¿Cómo no fijarse de que había estado mirando al trío de perfección, durante demasiado tiempo como para que se hubieran dado cuenta?

— ¿Qué estás mirando Jungkook? — Incluso su tono de voz era dulce para sus oídos. Lamentablemente no sabia que en lugar de utilizar su voz para beneficios curativos, la utilizaba como un arma, paralizandote, hasta estar seguro de que puede atacarte.  — ¿Hay algo que te guste?

Jungkook ahora estaba nervioso, lo habían descubierto. El humo lo envolvió, sin dejarlo respirar, casi que quemandole los ojos. Lo único que quería era toser, obviamente porque no estaba acostumbrado a esa atmósfera. — U-uh no, quiero decir... No lo sé... — ¿Como iba a responder a eso?

— Ja, Junkoook-ah eres un libro abierto. — El nombrado se cuestiono ante el cariñoso apodo y también se puso nervioso, obvio. — Es muy fácil ver a través de ti — Se sintió literalmente expuesto, cuando Jimin se acercó, inconscientemente retrocedió, golpeándose contra la pared. — Te gusto, ¿No? — Jimin sonríe.  ¿¡Que está pasando!? ¿Que es lo que está tratando de hacer?

— N-no, no lo sé. No tengo idea de qué-

— No hay nada de qué avergonzarse, todo el mundo se siente igual. — Se encoge de hombros totalmente vanidoso y mira sus confundidos amigos.

— Yo-yo... — Tenía que hablar rápido. — Vine porque tenía que impedirte que fumaras eso... es malo para ti — Claro que era la mejor respuesta, ¿Por qué no?

El trío intercambia miradas antes de estallar en carcajadas. — Enserio no sales mucho, ¿verdad, Jungkook? — Hoseok intervino, encontrando divertida la situación de Jungkook.