Una gota de agua sobre la roca. ─═✧Arywin

Parte dos: Jaime

Jaime entró a la tienda de su padre donde éste ya estaba destazando el ciervo de una caza más que exitosa.
El caballero real miró a su padre trabajando con entusiasmo, dioses, incluso podía oír a su padre tararear una de las canciones que los bardos estaban tocando afuera, justo para su primer hijo con Arya Stark.

El onomástico número dos del primer hijo Lannister-Stark se celebra en el bosque de Roca Casterly, a pedido del propio bebé quien amaba demasiado los bosques y quería ver a su padre cazar a un enorme animal para la cena.
Jaime frunció el entrecejo al tratar de pensar cuándo su padre se había esforzado tanto por cumplir sus caprichos durante sus onomásticos, pero no hubo recuerdo alguno. Tywin Lannister usualmente les daba a él y a su hermana una sola mirada en aquel día y simplemente levantaba levemente una copa hacia ellos durante la cena, nada más.

"Una caza exitosa." Jaime habló por primera vez desde que entró.

Tywin se giró levemente hacia él, dándole una mirada rápida y llevando nuevamente su vista hacia el ciervo en la mesa. "Lo es. Nada menos para mi niño número uno." Él estaba alegre, su tono contento era tan lejano al frío Tywin Lannister que él y sus hermanos conocían.
"Y, obviamente, también para mi esposa. Ella está hambrienta todo el tiempo con este embarazo. Deberías ver a mi dulce niño, no se aparta del vientre de Arya por mucho tiempo."

Jaime baja la mirada. Cuando el entró a la Guardia real que era el mayor honor para un hombre, su padre sólo lo miró y le dijo que era un estúpido. Jaime había entrado a la Guardia queriendo escuchar que él era el número uno del león de la Roca.

El guardia real estaba a punto de dar un comentario mordaz. Algo como 'tu heredero es nada más que un bebé que aún moja la cama' o 'deberías haberme dicho que yo era tu número uno'.
La figura de Arya entró a la tienda, ahora caminando con un vientre a punto de explotar y llevando de la mano al heredero de Roca Casterly.

"¡Papá! ¡Papá!" Jaime frunció el entrecejo, cuando él todavía tenía la edad para ser un niño estúpido, su padre lo amonestaba por gritar en cualquier lugar donde él estuviera presente.

Tywin dejó el cuchillo en la mesa y se lavó rápidamente las manos, antes que una pequeño bola rosada pasara corriendo junto a Jaime, directo a los brazos de su padre.
"¡Mi bebé!" Él gritó. Jaime nunca escuchó gritar de felicidad a su padre.

Arya pasó a su lado, dándole un asentimiento leve al pasar. "Cregan quería ver a su grandioso padre con su caza del día." La dama dice con gracia en la voz.

Tywin levanta al niño y besa sus mejillas, nuevamente provocando una arruga entre las cejas de Jaime. Él en realidad estaba celoso y dolido por la atención que un bebé tenía de su padre.
"Oh, ¿es eso así, mi bebé?" Los dedos largos de Tywin le hacen cosquillas al bebé. En cambio, Cregan ríe con ganas y trata de apartar las manos atacantes con sus pequeñas manos.

El sonido de un golpe en la cara de Tywin puso a Jaime tan rígido que sus tendones lo reclamaron.
Cregan había golpeado la mejilla de su padre con fuerza.

Arya jadea, negando con la cabeza. "Oh, dioses, Tywin... Ya sabes que Cregan se defiende con palmadas en la cara." Jaime mira incrédulo.

Eso era todo, pensó Jaime. Ahora Tywin pondría a Cregan en el suelo y le daría una bofetada en cambio por la falta de respeto, ciertamente siempre lo había hecho con Tyrion y Cersei, e incluso con Jaime cada que él refutaba sus mandatos o la vez que estaba haciendo una rabieta y accidentalmente volcó una copa de vino sobre la ropa de su padre.

"Mi dulce niño se defiende como un león huargo." Tywin besa la mejilla sonrojada de Cregan, riendo. La mejilla del Lannister mayor ya está tomando un color rosado por el manotazo de su hijo.

Arya pone los ojos en blanco. "No existen leones huargos, mi león."

Tywin niega. "Mi señora, usted se casó con un león y me dio a este lindo bebé; un león huargo." Él toma la cintura de Arya y besa su boca de forma demandante.

Cregan ya está en el suelo cuando ambos padres le robaron demasiado espacio para respirar.
"Jaime..." Un susurro y un tirón a su capa.

Los ojos de Jaime bajan al suelo y observa a su hermano– No, medio hermano mirándolo.
"Hmm." Él volvió hacia su padre, todavía demasiado ocupado con su esposa. Jaime niega y baja la mirada nuevamente.
"¿Qué quieres?" El caballero le habla como si fuera un extraño del cual no se puede confiar.

Los brazos gorditos de Cregan se alzan y abre y cierra los puños. "¡Arriba!" Demanda, saltando en sus pies para alcanzar a Jaime.

Las facciones de Jaime se relajan un poco al ver la masa de carne tratando de llegar a él. Realmente era muy lindo, aunque lo único Lannister en él eran sus ojos.
"Ven aquí." El caballero recoge al bebé antes de  despertar del encantamiento de Cregan.

Su hermano chilla cuando él lo levanta y sus manos toman rápidamente el cabello rubio oscuro de Jaime. "Hermano..." El susurro inocente de Cregan hace que los ojos de Jaime se humedezcan. No, definitivamente no va a ponerse sentimental por eso.

"Hey, soy yo." Jaime asiente, balanceándose levemente con Cregan en sus brazos. Era la primera vez que él cargaba a Cregan.

Arya abraza el pecho de Tywin mientras ambos observa la vista ante ellos. "Deberías decirle que también es tu número uno." La dama habla en un susurro en el oído de su marido.

Tywin se permite sonreír al ver a sus dos hijos al fin juntos, como hermanos. Jaime ni siquiera se ha dado cuenta que tiene una audiencia que lo observa, simplemente sigue jugando con Cregan entre sus brazos,  contándole todas sus aventuras como guardia real.